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'Edith y Marcel'

La Piaf y el que fue campeón mundial de los pesos medios harán palpitar de nuevo a los franceses

El próximo día 13 de este mes el cine regalará a los franceses un capítulo de su historia del último medio siglo, que probablemente no tiene paralelo si la medida es el palpitar del corazón e incluso los quilates de la grandeur. Ese día se estrenará la película Edith y Marcel, del realizador Claude Lelouch. Los dos nombres, sin más explicaciones, ya lo dicen todo en este país: la gloria nacional de la canción francesa, Edith Piaf, y la gloria nacional del boxeo, Marcel Cerdan. El campeón mundial de los pesos medios, muerto trágicamente en accidente de aviación en pleno idilio con la cantante venida de la miseria de las cloacas de Pigalle para, después de una vida rutilante de canciones y de amantes, convertirse en el suspiro cotidiano de un país.

Edith y Marcel cuenta, esencialmente, la pasión que unió a los dos ídolos más sagrados de la historia contemporánea francesa. Dice Lelouch que él sólo vio a Piaf durante media hora, pocos meses antes de su muerte. "Me senté a su lado y de lo único que me habló fue de Cerdan. Y entonces comprendí perfectamente que sus dos años de amor con el boxeador fueron los más importantes de su vida".El amor loco Piaf-Cerdan debió de ser histórico, como sus protagonistas. Por añadidura, la tragedia, la muerte del boxeador, lo sublimó. Ella no se suicidó. Piaf continuó cantando y amando. Pero la leyenda en este país marca nítidamente la frontera: los amantes de "antes de Marcel" y los de "después de Marcel". En todo caso, las estadísticas no coinciden nunca. Se han escrito varios libros sobre Piaf, y ahora ya están a punto de escaparate otros que continuarán forjando el mito, pero cada uno de ellos añade siempre más nombres o un número indeterminado de hombres en la vida de la cantante.

Piaf nació en 1915, en el entonces popular barrio parisiense de Beilville. Su padre era saltimbanqui y su madre, artista lírica mediocre. Hasta los siete años, la niña vivió con sus dos abuelas. Se quedó ciega y, milagrosamente, gracias a la intercesión de santa Teresa de Lisieux, recobró la vista. A los siete años, su padre fue a buscarla y le dio el primer empleo: él realizaba acrobacias en las aceras de la capital y Piaf pasaba la gorra. A los 15, abandona a su padre y se dedica a cantar por las calles, y, acompañada de un cura, hace algunas incursiones en los cuarteles. Con su primer amante conocido tuvo una hija que murió de meningitis a los dos años.

Golfos y chulos

Este primer drama la condujo a la vida siniestra de Pigalle. Los golfos y chulos la cortejaron durante esta etapa, en la que continuó cantando por las calles y en los bailes populares de barrio. En 1935, Piaf tiene 20 años y es descu bierta por Louis Leplee, director de una de las salas de fiestas más célebres de París. Su nuevo amante y empresario inicia el giro de su vida, roto de nuevo al año siguiente, como consecuencia del asesinato de Leplee. Dos años después, otro empresario y amante, Raymond Asso, la encarriló definitivamente por el camino de la gloria. Y hasta que murió, en 1963, el desgarro acuchillante y ancestral de sus canciones y sus amantes fueron como sus muletas de capricho para ir tirando.Los cantantes Yves Montand, Charles Aznavour, Félix Marten, Georges Moustaki, Eddie Constantine, Jacques Pills, el actor Paul Meurisse, el pintor Douglas David y muchos más hombres del mundo del espectáculo, anónimos o menos conocidos, y personajes de otras esferas sociales pasaron por su vida como "patronos de momento", según Aznavour. Para todos ellos, Piaf significó el bautismo de la celebridad. El último personaje que vivió a su lado fue Theo Sharapo, un cantante joven, desconocido, con 30 años menos que ella. Fue la época del declive físico. Por entonces, "ella se drogaba y Sharapo era homosexual. Yo sé que nunca hicieron el amor, pero él le aportó ternura y compañía, en contra de todas las monstruosidades que se han contado". Quien la semana pasada aclaró este punto fue Ginoti Richer, la amiga íntima de Piaf. Ambas vivieron juntas durante 20 años. Richer era algo así como la ama de llaves de todas las entretelas de Piaf.

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