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Estados Unidos inicia una ofensiva comercial en el mercado argelino

Por primera vez desde la llegada a la presidencia norteamericana de Ronald Reagan, el Gobierno de Estados Unidos y la elite de las compañías norteamericanas han decidido desarrollar una ofensiva comercial en el mercado argelino. Una misión oficial encabezada por el secretario de Estado para el Comercio, Malcolm Baldrige, llegará a Argel el 6 de diciembre para estudiar las posibilidades que ofrece este país magrebí en los planos comercial y diplomático.Arabia Saudí y Argelia son los dos únicos países que visitará la misión norteamericana en esta ocasión, lo que es altamente significativo de la connotación política del viaje. La misma impresión ha sido emitida por un portavoz argelino autorizado, que ha calificado la visita de "políticamente significativa para el mundo árabe".

La misión norteamericana se compone de treinta jefes de empresa y expertos dlel Departamento de Estado, el Ministerio de Comercio, el Banco para la Exportación y la Administración federal de la aviación.

Los responsables de la misma consideran que el objetivo radica en introducir el máximo de empresas norteamericanas en los mercados saudí y argelino, en respuesta a las necesidades específicas de los dos países citados.

Actualmente Arabia Saudí ocupa el duodécimo lugar en el ranking mundial de los países importadores de bienes. El mercado saudí representa para Estados Unidos más de 20.000 millones de dólares anuales, a la vez que representa el 15% de las importaciones norteamericanas de crudo.

Mercado importador

Por su parte, Argelia es un mercado importador en pleno crecimiento, con una capacidad financiera anual superior a los 12.000 millones de dólares. Este año, Estados Unidos importará esencialmente gas natural y petróleo argelino por un valor aproximado de 3.000 millones de dólares, en lugar de los 5.000 millones de dólares a que ascendieron las importaciones efectuadas en 1981.

Las exportaciones norteamericanas a Argelia no exceden los ochocíentos millones de dólares anuales, con lo que la balanza comercial es claramente deficitaria para Estados Unidos.

Para remediar esa situación, el Gobierno norteamericano parece estar decidido a impulsar políticamente la presencia en Argelia de las compañías norteamericanas, en el sentido de ampliar el abanico de los productos exportados en la actualidad, que han estado dirigidos esencialmente a los sectores de la minería, la construcción de viviendas prefabricadas, la exploración del subsuelo y la aviación comercial. Las diferencias políticas entre Argel y Washington no han chocado excesivamente en el terreno comercial, con excepción de los primeros meses de gobierno de la Administración de Ronald Reagan, en los que esta última bloqueó las discusiones a propósito del reajuste de precio del gas natural licuado argelino, por estimar que la demanda argelina era excesiva.

Sin embargo, posteriormente, las diferencias se han reducido y se ha producido una mejoría notoria en ese campo, aunque el volumen de compras de gas natural se ha reducido muy considerablemente.

Durante el año en curso, Argelia se ha fijado la ambiciosa meta de elevar su crecimiento industrial en un 14% y su producto interior bruto en un 12%. El programa de inversiones previsto en el plan quinquenal argelino supone un monto total próximo a los 100.000 millones de dólares.

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