_
_
_
_

Carrillo invita a Felipe González "a unir fuerzas por España"

"En este país la izquierda podrá tener un Gobierno con mayoría absoluta en el Parlamento. Pero lo que, por desgracia, no va a tener el PSOE es el poder, que está en manos de los poderes fácticos, las estructuras, la Administración. El poder nunca podrá tenerlo un partido sólo". Este ha sido el resumen del mensaje que Santiago Carrillo ha lanzado en los dos últimos días de la campaña electoral, que clausurará hoy en Madrid y que ayer cerró en el palacio de deportes de Montjuic, en Barcelona, tras pronunciar por la mañana un mitin en la localidad de Reus, a once kilómetros de Tarragona.

Carrillo hizo en Reus un discurso breve, que apenas llegó a veintitrés minutos, en el teatro del Centro de Lectura, ante varios centenares de personas, el público menos numeroso de todos los que le han escuchado, cosa lógica si se tiene en cuenta que era lunes, a la una de la tarde, "una hora insólita para un mitin", según él mismo dijo.

El secretario general del PCE insistió en sus planteamientos sobre la necesidad de un frente democrático, dado que "UCD, aun sin mayoría absoluta, ha gobernado durante cinco años porque tenía detrás unas estructuras de poder profundamente derechistas, los poderes fácticos, la finanza y la Administración; pero lo que UCD pudo hacer mal, con una minoría mayoritaria, un partido de izquierda, aun tan moderado como el PSOE, no lo podrá llevar a cabo, porque tendrá el Gobierno, pero no el poder".

"Para que la izquierda y las fuerzas de progreso puedan doblar el espinazo a los poderes fácticos", explicó el líder comunista, "hace falta un frente de todos los partidos que quieran una España con trabajo, con autonomías y en paz. Para tener de verdad el poder hace falta nacionalizar las industrias energéticas, porque si estuvieran nacionalizadas no nos habríamos levantado esta mañana con la noticia de que las compañías eléctricas quieren subir la luz un 16%. También haría falta el control del crédito privado. La banca presta anualmente cuatro billones de pesetas y controlar ese crédito es la única forma de que se oriente a la modernización de las empresas, a crear empresas nuevas y a hacer posibles nuevos puestos de trabajo para acabar con la tragedia del paro".

Carrillo insistió, en la que fue segunda jornada catalana de su campaña, en que son catalanes todos quienes viven y trabajan aquí y dijo que "Fraga, y Pujol, que ayuda desde el otro extremo, querrían enfrentar a los trabajadores que han tenido que venir aquí a buscar el pan con los trabajadores autóctonos de Cataluña".

"Todos unidos por la democracia"

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Aunque, quizá por la hora y por el volumen del auditorio, el dirigente del PCE mantuvo en su discurso un tono menos elevado que de costumbre, se encendió paulatinamente al hablar de quienes pretenden terminar con la democracia en España por la fuerza de las armas y utilizó un lenguaje inhabitual en sus parlamentos públicos: "Si en este país todos decidimos defender la democracia', dijo, "los golpistas tendrán que envainársela". Carrillo se dirigió al primer dirigente del PSOE, al final del mitin, con las siguientes palabras: "Felipe, te invito a que unamos las fuerzas para sacar España y Cataluña adelante, porque esa unidad es imprescindible. Socialistas y comunistas somos sangre de la misma clase, somos trabajadores y si vienen mal dadas, hay paro o tiranía las sufrimos igual, de la misma forma que si hay pan, trabajo y libertad seremos, socialistas y comunistas, hombres libres e iguales".

Con anterioridad, el secretario general del PCE celebró una conferencia de Prensa en la que le preguntaron cómo encaja los insultos personales y qué le había parecido el calificativo que le dirigió Felipe González de "pequeño saco de maldad". "Estoy acostumbrado a que me insulten, y creo que un hombre público tiene que pagar su cuota de insultos. Pero cuando Felipe me dice eso creo que exagera. Las maldades estaban en la guía electoral del PSOE, que decía que el PCE era el segundo adversario de los socialistas en la campaña. No soy grande ni soy tan pequeño. Soy un mediano saco de experiencia y a Felipe González no le vendría mal tenerla".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_