La crisis económica que atraviesa México causa una grave crispación en la actividad política
Por primera vez en la historia política mexicana, las críticas al Gobierno han ido más allá del lenguaje permitido por el sistema. La crisis económica parece haber despertado a los mexicanos de un largo conformismo y ha dado paso a una crispacíon política en la que no faltan rumores sobre movimientos de tropas, golpes de Estado en marcha y atentados contra el presidente José López Portillo y su sucesor Miguel de la Madrid.
El Partido Socialista Unificado de México (PSUM) propuso recientemente, en un comunicado a todos los partidos políticos, una serie de reuniones para encarar la "dramática situación política y económica" que vive el país, pero también para evitar una crisis antirrevolucionaria y quizá golpista.Para el PSUM, la situación política del país es "difícil y peligrosa", mientras que para el derechista Partido de Acción Nacional (PAN), la situación del país es tan mala, que todo el Gabinete debería, "por dignidad", presentar su renuncia.
El pequeño Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) fue mucho más lejos y exigió la renuncia del presidente José López Portillo.
Heberto Castillo, un destacado columnista y dirigente máximo del PMT, se atrevió a escribir, en la revista Proceso, que el presidente llegaba a su último informe a la nación (1 de septiembre) con el país en bancarrota.
Pero también la población mexicana ha comenzado a rebelarse. Por medio de panfletos injuriosos contra la familia del presidente y llamadas telefónicas, en todos los barrios de la capital se inició una campaña destinada a recomendar a las amas de casa un boicoteo del comercio.
El descontento de la población con el actual régimen también se ha reflejado en la brutal ola de rumores que abundan en el país, casi con insistencia destructora día a día.
El presidente del país, de acuerdo con estos rumores, ha sufrido varios atentados, lo mismo que el presidente electo, Miguel de la Madrid, pero también son insistentes los comentarios sobre golpes de Estado y movimientos de tropas.
"La población pierde la confianza en el Gobierno, cuando finaliza el sexenio", dijo en la capital un importante político, "pero cuando De la Madrid ocupe su lugar, la situación cambiará".
El país nunca estuvo más afligido económicamente, ni confrontado a un desastre social, como ahora. Incluso pronostican los sociólogos en México que tal situación podría amenazar la famosa estabilidad política mexicana.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) sigue creyendo que el sistema está a salvo. Al menos es lo que dicen públicamente.
El presidente del partido, Pedro Ojeda Paullada, afirma dijo "que la actual crisis económica no derivará en una crisis política", porque el pueblo había apoyado al PRI.
Alarmante situación social
Pero la crisis económica puede provocar un enorme estallido social en el país. En julio del presente año, un trabajador que ganaba el salario mínimo, un poco más de tres dólares diarios, tenía la misma capacidad de compra que en 1978.Actualmente, México cuenta con el 50% de su población activa desocupada o subempleada, y los cálculos más conservadores pronostican para finales de año un millón más de personas desempleadas.
Otros estudiosos de la economía predicen incluso que durante el próximo año el país contará con un 70% de mexicanos desempleados o subempleados.
Esta masa, de mexicanos quizá podría ser el detonante para el colapso, si el propio sistema es incapaz de darles una respuesta.
Confrontado a esta situación, el Gobierno comenzó a desviar la atención de la crisis hacia el extranjero. El asidero más fácil lo encontró cuando el programa de noticias ABC-TV, de Estados Unidos, trasmitió un programa especial sobre México. En él, el embajador norteamericano en México y ex actor de cine John Gavin se refirió a los temores de su Gobierno de que los problemas de Centroamérica pudieran "derrumbarse" hacia México.
