El Banco de España obtuvo 124.000 millones de pesetas de beneficios en el pasado ejercicio
Los beneficios obtenidos por el Banco de España durante el ejercicio del pasado año ascendieron a 124.459 millones de pesetas, lo que representa un aumento sobre el año anterior del 7%, según el balance presentado por José Ramón Alvarez Rendueles, gobernador del banco emisor. Estos beneficios son el resultado de la diferencia entre unos ingresos cifrados en más de 235.000 millones de pesetas y unos gastos superiores a los 124.000.
El capítulo de ingresos se vió incrementado en un 26% sobre un año antes, pero mientras que los procedentes de las operaciones interiores permanecieron prácticamente estabilizados con relación a 1980 -unos 61.000 millones de pesetas-, los obtenidos por operaciones exteriores crecieron un 38%, alcanzando 174.000 millones de pesetas. Por lo que se refiere a los gastos, que se incrementaron en un 57% sobre 1980, el correspondiente a los financieros es el que mayor atención merece.La instrumentación de la política monetaria del Gobierno supuso durante 1981 unos gastos de 81.000 millones de pesetas, frente a los 37.000 que se tuvieron que pagar un año antes a las instituciones financieras privadas por la colocación de certificados de depósitos y bonos del Tesoro. La elevación de los tipos de interés en el mercado nacional y las crecientes necesidades financieras de la Administración para hacer frente al déficit del sector público son las causas últimas de este importante crecimiento de los gastos financieros del Banco de España. La cifra da una idea de cómo los bancos y cajas de ahorro lograron obtener una buena rentabilidad de sus activos a lo largo del ejercicio pasado, limitándose en muchos casos a prestar dinero al Estado, que es quien ofrece una mayor seguridad.
Previsiones menos optimistas que Economía
El informe anual del Banco de España, presentado al mismo tiempo que la memoria y el balance, hace unas previsiones sobre este año, fijando el crecimiento del producto interior bruto (PIB) en un 2,5%, medio punto por debajo de las previsiones iniciales del Ministerio de Economía, que siguen manteniéndose como oficiales, a pesar de no haberse confirmado las expectativas de recuperación en los meses transcurridos.Los cálculos del Banco de España se basan en un mayor vigor en la demanda interna de la economía española, aunque se produzca un ligero retroceso del consumo, que se verá compensado con un aumento de la formación bruta de capital y un mayor aumento de la contribución del saldo neto exterior.
Al tiempo, el informe del Banco de España resalta la necesidad de frenar el aumento del déficit público mediante un aumento de la presión fiscal, moderación de los gastos corrientes y la reforma del vigente sistema de financiación y gasto de la Seguridad Social.
Los problemas básicos de la economía española, en opinión de la autoridad monetaria, se concretan en el retraso en el proceso de ajuste energético -llevado ya a cabo por la mayoría de los países industrializados-, el coste del trabajo y el paro y la necesidad de restablecer el equilibrio financiero del sector público, ya que de otra forma la economía española no podrá recuperarse.
El déficit del sector público se situó en el pasado año en 618.000 millones de pesetas como consecuencia de un crecimiento de los ingresos del 17,1 %, mientras que los gastos corrientes lo hicieron en un 16,8% las transferencias, en el 17,7%, y la inversión pública, en más del 44%. Cerca de 400.000 millones de pesetas de este déficit tuvieron que ser obtenidos mediante apelación al Banco de España, lo que dificultó la política monetaria diseñada, lo mismo que lo hizo la elevación de los tipos de interés exteriores y la fuerte apreciación del dólar respecto a todas las monedas, y en especial, la peseta.
