La cartera que nunca existió
Al final el Banco de España ha hecho pública su cartera de valores. Ni era tan importante como se decía ni ofrecía las posibilidades de actuación que se le presumía. Alcanza a 183.000 millones de pesetas de capital nominal -poco más de 165.000 millones efectivos-, de los que la mayor parte corresponden a fondos públicos y sólo 42.774 millones a valores de renta variable.La distribución por clases de valores parece tajante para desmentir la acusación de que el Estado estaba actuando de forma débil en buen número de empresas privadas sobre las que se pensaba que podía tener un poder de decisión a nivel de consejo de administración. En el sector eléctrico el Banco de España controla un número de acciones equivalentes a 7.648 millones de pesetas, que no llega a suponer ni el 10% del capital social.
Hay que tener en cuenta que a lo largo del pasado año el Banco de España estuvo vendiendo en bolsa paquetes importantes de acciones de estas compañías, lo que significa que es posible que en años anteriores su posición fuera más fuerte que en la actualidad y que entonces sí hubiera podido tener peso específico en alguna eléctrica. En Telefónica tiene un peso importante la participación del Banco de España con más de 3 1.000 millones de pesetas a lo que habría que añadir la participación de otros organismos públicos.
A la luz de estos datos no se entiende la, hasta ahora, negativa tradicional por mostrar la cartera de valores del banco emisor ante las reiteraddas peticiones que han venido haciendo los partidos de la oposición. Como táctica política se habría entendido que no quisieran dar a conocer la composición de esta cartera si era elevada y realmente encerraba dentro de ella una nacionalización encubierta y no ejercida de algunas empresas claves del país; pero, con lo hecho público ahora por primera vez, no se puede pensar que este, pasara de una mera elucubración.
