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Finaliza la 'cumbre' de Versalles

Compromiso monetario y "prudencia" en las relaciones con la URSS, ambiguos resultados de la reunión de 'los siete'

La cumbre de Versalles, que reunió durante los últimos tres días a los siete países industrializados más poderosos del mundo occidental, concluyó ayer con dos resultados mayores y, al mismo tiempo, ambiguos: los siete, a los que acompañaban los representantes de la Comunidad Económica Europea (CEE), mediante un "compromiso monetario internacional", vigilarán más de cerca la estabilidad monetaria, y, en segundo lugar, "administrarán con prudencia" sus relaciones financieras con la URSS y con los demás países del este europeo. El club de los siete reiteró solemnemente su solidaridad con el Reino Unido en la guerra de las Malvinas.

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Los siete países reunidos en Versalles (representan las tres quintas partes de la producción mundial y suman solamente el 14% de la población mundial), tal como manifestó el presidente francés, François Mitterrand, están totalmente de acuerdo en los objetivos globales en el plano económico; es decir, tratar de salir de la crisis mediante el pleno empleo, la estabilidad de los precios y un crecimiento equilibrado y mantenido. Paralelamente, los siete, al intentar concertarse en el plano económico, según dice el comunicado "queremos también salvaguardar nuestra seguridad, mantener la confianza en los valores democráticos que compartimos y preservar la herencia de las culturas de nuestros pueblos en su diversidad".Esto dicho, el club de los países más ricos del mundo, amistosamente, no ha podido instrumentar con precisión una estrategia común para salir de la crisis, pero también han coincidido en afirmar que están condenados a intentar conseguir un mínimo de cooperación para vencer las dificultades comunes. Bajo este ángulo, hay que examinar los dos apartados más significativos del comunicado conjunto que adoptaron los siete al término de los trabajos del castillo de Versalles.

Los siete países reconocen que los progresos en materia de estabilidad monetaria internacional reposan en "la convergencia de las políticas destinadas a reducir la inflación, a desarrollar el empleo, a relanzar el crecimiento y a mantener el valor de las monedas".

Compromiso monetario

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En este terreno, el desorden monetario, como consecuencia del bailoteo incontrolable del dólar y las dificultades financieras debidas a las altas tasas del dinero impuestas por Estados Unidos, han absorbido una buena parte de las discusiones. Los americanos se han limitado, según el comunicado conjunto, a afirmar que están dispuestos, como los demás, y sólo "si es necesario", a intervenir en los mercados de cambios para amaestrar el desorden. ¿Cuándo será necesario? La delegación francesa se felicita de que, por vez primera, Estados Unidos acepten el principio de la intervención en los mercados.

Esta cuestión, que enfrenta al presidente Ronald Reagan con los otros seis jefes de Estado y de Gobierno de los siete, estaba ligada en la cumbre a lo que para Estados Unidos, a su vez, constituye su preocupación mayor: restringir las relaciones comerciales y financieras con la URS S para no financiar su reforzamiento militar. Y los seis, en lo que les tocaba, tampoco han sido más generosos, o menos tacaños, que Reagan en materia monetaria, según el documento predicho; los seis, y más aún los europeos (República Federal de Alemania, Francia e Italia, sobre todo), se comprometen a administrar con gran prudencia las relaciones financieras con la URSS y con los demás países del este europeo, y esto para estar seguros de que se realizan sanamente. Lo anterior conlleva la necesidad de prudencia que requieren las relaciones comerciales, limitando también los créditos a la exportación.

La guerra de las Malvinas

En el documento final no figura la guerra de las Malvinas pero desde el inicio de la cumbre el viernes por la noche, se abordó "este preocupante asunto, es decir, los actos de guerra, debidos desgraciadamente a la iniciativa violenta de Argentina, y que han arrastrado las consecuencias lógicas de esta situación", declaró Mitterrand en su nombre y en el de todos sus colegas presentes en la sala del castillo de Versalles, en la que se leyó la declaración del cierre de la conferencia. El presidente francés añadió que "hemos reafirmado nuestra total solidaridad con el Reino Unido, del que se han agredido sus intereses nacionales y su orgullo. El Reino Unido debe recuperar sus derechos, lo que no impedirá que, una vez reconocidos esos derechos, hagamos todo lo posible porque la paz se imponga"

En materia de comercio mundial, los siete se comprometen a "resistir a las presiones proteccionistas y a las distorsiones comerciales". Para ello reforzarán el sistema abierto de comercio internacional. En este capítulo destaca el deseo de la cumbre de "trabajar en un acuerdo rápido para renovar el consenso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), referente a los créditos para la exportación".

En el sector de la energía, los siete han coincidido en que, para reducir su vulnerabilidad, han de reforzar el desarrollo de las fuentes de energía alternativas, "la nuclear y el carbón comprendidas". El Tercer Mundo fue mencionado también en el resumen de los trabajos.

Ayuda a los países pobres

Los siete desearían aumentar su ayuda a los países pobres y se dicen prestos para "el lanzamiento de negociaciones globales, hecho que constituye un objetivo político mayor, aprobado por todos los participantes en la reunión".

Insistiendo en el documento presentado el sábado por la mañana por el presidente, Mitterrand sobre "Tecnología, empleo y crecimiento", los siete países, según figura en el comunicado común, convienen en que "importa explotar las inmensas perspectivas abiertas por las nuevas tecnologías, muy particularmente por lo concerniente al empleo".

Como consecuencia del examen del informe de Mitterrand, todos los participantes han decidido crear inmediatamente un grupo de trabajo, que representará a los siete países y a las Comunidades Europeas, y que se concertará con otras instituciones internacionales (la OCDE en primer lugar), para que establezca proposiciones concretas que serán examinadas en la cumbre del año que viene en Estados Unidos.

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