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Clima de distensión en el III Congreso del PSC-PSOE, que se clausura hoy

La discusión en comisiones de las distintas ponencias ocupó la mayor parte de la segunda jornada del III congreso del PSC-PSOE que se celebra en Castelldefels (Barcelona). La ausencia de tensiones entre las dos grandes corrientes del partido -la mayoritaria de Raimond Obiols o "unitaria" y la minoritaria paradógicamente llamada "nueva mayoría" de Ernest Lluch- sigue siendo la tónica del congreso cuya clausura está prevista para la tarde de hoy, con la presencia del primer secretario del PSOE, Felipe González.

Hoy se procederá también a la elección de la nueva dirección del partido. Las previsiones en este punto no ofrecen serias dudas. Ambas corrientes coinciden en la necesidad de estructurar una dirección en la línea de la propuesta lanzada por el primer secretario Joan Reventós y sustentada por la corriente obiolista.Esta propuesta se basa en una ejecutiva "de integración" de ambas corrientes, con presencia mayoritaria de obiolistas y un órgano directivo colegiado. Salvo imprevistos de última hora, esta solución ha sido plenamente aceptada por Ernet Lluch y la "nueva mayoría" y sólo algunos nombres concretos están pendientes de confirmación, como la ubicación de Eduardo Martín Toval en la ejecutiva.

Fuentes de las distintas tendencias coincidieron en que el resultado de los trabajos del congreso se traducirá en un robustecimiento del partido, capaz de ofrecer una nueva imagen a nivel público. Para los obiolistas este robustecimiento representará también un fortalecimiento de los criterios de PSC-PSOE frente al propio PSOE. Ello conllevaría que el colectivo catalán pudiera incidir, con más fuerza que hasta ahora, en la configuración de la política a seguir a nivel confederal. Esta sería, al parecer, la opinión de diversos cargos del partido. En este sentido se inscribe el comentario hecho, supuestamente, por Carmen García Bloise a varios dirigentes del PSC-PSOE, de que por primera vez en mucho tiempo, en un congreso de un colectivo socialista del Estado español, no se imponían los criterios de Alfonso Guerra.

Un 33% de delegados de la 'nueva mayoría'

Por otra parte la marcha del congreso denota el error de cálculo, en cuanto a fuerza real dentro del partido, hecho por la "nueva mayoría" de Ernest Lluch. A raíz de la constatación de que esta corriente sólo cuenta con un escaso 30% de los delegados se ha producido un freno a la voluntad, expresada en el período precongresual, de dar un vuelco a la situación del, partido y poder llegar, incluso, a la sustitución del primer secretario, Joan Reventós.En un descanso del congreso, Raimon Obiols confirmó ayer la situación del partido. "El congreso demuestra que detrás del PSC-PSOE hay un partido" dijo Obiols "y no un conglomerado con profundas diferencias, como ocurrió en el segundo congreso". Este dirigente añadió que los problemas del congreso eran mínimos y que incluso los planteamientos de la "nueva mayoría" habían sido exagerados para hacer valer más su peso, pero que a pesar de ello no podía hablarse de "enfrentamiento de corrientes". Otra cosa que demostraba el clima del congreso, según Obiols, era la voluntad de "ganar", en sentido amplio, aplicable este término no sólo a futuros procesos electorales, sino al propio clima que pueda respirarse en el PSC- PSOE, una vez concluida la asamblea de los socialistas catalanes.

Otros dirigentes señalaron que el clima preelectoral y la reciente victoria socialista en Andalucía habían sido factores decisivos en la práctica ausencia de enfrentamientos. Los trabajos en las distintas ponencias se desarrollan en base a los textos de las ponencias marco presentadas por el consejo nacional del partido. Sólo en la ponencia sindical se impuso el criterio, de que se discutiera un texto alternativo.

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