Soares pide la dimisión de Pinto Balsemão y la convocatoria de elecciones
Mario Soares, líder del Partido Socialista (PSP), que fue recibido a petición suya ayer, durante tres horas, por el presidente Ramalho Eanes, ha planteado claramente al jefe del Estado la necesidad de la dimisión urgente del primer ministro.Es la primera vez que Mario Soares se pronuncia tan abiertamente a favor de la sustitución del primer ministro y de la convocatoria anticipada de las elecciones legislativas. Entretanto, varios centenares de cuadros políticos de los tres partidos de la coalición de centro derecha en el poder en Lisboa, se reúnen hoy para decidir el futuro del actual Gobierno.
La crisis, latente hace meses, en el seno de la mayoría portuguesa ha irrumpido brutalmente al primer plano de la escena política a raíz del debate de la moción de censura del Partido Comunista.
El debate del miércoles ha demostrado, para los socialistas, que Pinto Balsemão es un político totalmente aislado, que no existe identidad de puntos de vista entre los dos principales partidos de la mayoría y que se puede incluso dudar de la efectiva representatividad de la Cámara.
Por otra parte, los socialistas portugueses consideran que Portugal debe ser el "último país miembro de la OTAN en dar el sí definitivo a la entrada de España en la Alianza Atlántica".
El órgano oficial del PSP, Acción Socialista, reproducía en su edición de ayer las posiciones asumidas por los representantes socialistas en la Comisión Parlamentaria de Defensa, que examinó el protocolo de ratificación de la entrada de España en la OTAN.
Los socialistas opinan que el Gobierno de Lisboa no debería ratificar el ingreso de España antes de haber recibido de la organización garantías formales de que serían salvaguardados sus intereses estratégicos.
La Iigereza con la cual, en opinión de los socialistas lusos, el Gobierno está tratando del asunto "puede tener consecuencias muy peligrosas para Portugal y el ejercicio de su soberanía".
"No se trata simplemente de oponerse a la eventual creación de un mando militar unificado, sino de rechazar cualquier medida que comprometa el actual equilibrio existente entre los dos países peninsulares", según los socialistas.
