Inquietud en Estados Unidos ante la situación en Cisjordania
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Jordania preparan un plan conjunto para "alimentar la resistencia popular"' contra Israel en los territorios ocupados y una ofensiva diplomítica que se pondrá en marcha una vez consumada la retirada israelí en el Sinaí, informa la agencia France Presse desde Beirut. Mientras tanto, Estados Unidos manifiesta su preocupación por la evolución de la situación en Cisjordania, Francia condena las "medidas ilegales" adoptadas por Tel Aviv, y Arabia Saudí denuncia vigorosamente la represión en esta zona ocupada.En Cisjordania se mantiene la huelga general de protesta contra la destitución de los alcaldes palestinos de El-Bireh, Ramallah y Nablus. Aunque se mantiene la tensión, durante lajornada de ayer no se registraron enfrentamientos de importancia.
En Beirut, la OLP ha mantenido una reunión en la que se ha decidido apoyar por todos los medios al "levantamiento popular" en Cisjordania. Una de las medidas es desarrollar una campana conjunta con Jordania contra las decisiones adoptadas por Tel Aviv en este territorio ocupado y una ofensiva díplomática a medio plazo, una vez que se haya consumado la retirada total israelí de la península del Sinaí, prevista para el 26 de abril próximo.
La situación en Cisiordania preocupa especialmente a Estados Unidos, que, según declaró ayer el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, "lamenta que sus llamamientos a la calma y a la prudencia dirigidos a los gobernantes israeIíes no hayan tenido ningún resultado hasta ahora".
La Administración Reagan ha deplorado la muerte de los jóvenes manifestantes Ipalestinos y los enfrentamientos, pero no ha querido señalar culpables. Con gran cautela, ni siquiera ha mencionado el peligro potencial que se cierne sobre la marcha del proceso de paz entre Israel y Egipto, complicado últimamente por la situación política interna israelí y los enfrentamientos en Cisjordania, informa desde Washington la agencia Efe.
La reacción oficial de Francia ha sido más rotunda. El ministro de Asuntos Exteriores galo, Claude Cheysson, "denunció categóricamente" ayer las medidas "incontestablemente ilegales" adoptadas por las autoridades israelíes y la represión desencadenada por éstas en Cisjordania y Gaza.
Previamente a estas declaraciones, el ministro francés recibió una delegación de embajadores árabes acreditados en, París que expresó su preocupación por la actitud francesa ante Israel a raíz de la visita del presidente François Mitterrand a Tel Aviv. Pidieron a Cheysson que el Gobierno de París exprese su solidaridad con los países árabes.
Arabia Saudí ha condenado también las medidas israelíes y la represión en los territorios ocupados. Por su parte, el gobernador militar israelí, Menájem Milson, afirmó ayer que los sustitutos de los alcaldes destituidos serían también palestinos y que serían elegidos "cuando lo permitan las circunstancias".
