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Calvo Sotelo tratará de evitar nuevos choques con el PSOE

El Gobierno Calvo Sotelo está decidido a no ser víctima de nuevas emboscadas parlamentarias, como la del martes último en el Pleno del Congreso, a propósito del Estatuto de autonomía valenciano. La estrategia acordada para lo que queda de legislatura se orienta hacia dentro del propio grupo parlamentario -en el que va a imponerse la disciplina, incluso a través de multas inflexibles- y, sobre todo, hacia un calendario legislativo que sortee los enfrentamientos con el PSOE y garantice algunas victorias políticas.

En los instantes que siguieron a la derrota centrista sobre el Estatuto valenciano, la primera reacción gubernamental, según pudo saber EL PAIS, fué la inmediata retirada o congelación de la Ley de Autonomía Universitaria (LAU). Fuentes oficiosas, que calificaron esta actitud como "emocional", señalaron que el Gobierno se sentía dolido porque los esfuerzos de UCD para obtener del ala derechista de su grupo el asentimiento a una ley polémica como la LAU, se consideraban injustamente pagados con la presión realizada por el PSOE sobre los diez diputados socialdemócratas desgajados de UCD, para que votaran contra su antiguo grupo.Tras las consultas de Calvo Sotelo con el denominado sanedrín, culminadas provisionalmente ayer, sábado, uno de los primeros acuerdos adoptados ha sido precisamente que la LAU no se retrasará. Los rumores de una posible retirada de la LAU, alentados por la convocatoria del Consejo de Rectores -inicialmente prevista para el día 25 de marzo- para el martes próximo, fueron desmentidos ayer a este periódico por fuentes gubernamentales.

El primer escollo, planteado en torno al Estatuto valenciano, está siendo estudiado por el Gobierno, que podría abandonar la línea Abril para tratar de encontrar un acuerdo satisfactorio para centristas y socialistas, en la vía de los contactos mantenidos por Alfonso Guerra y Jaime Lamo de Espinosa. Según ha revelado el diputado de Acción Democrática, Luis Berenguer, fueron algunos diputados centristas valencianos los primeros que les pidieron que se abstuvieran para no apoyar a Abril.

En el panorama parlamentario próximo, tras la LAU, que cuenta con la red de cobertura de los votos socialistas, el siguiente proyecto de ley conflictivo será el de Incompatibilidades, en el que no sólo por los apoyos seguros de Coalición Democrática y las minorías nacionalistas vasca y catalana, sino también por tratarse de un tema de intereses, UCD tratará de capitalizar electoralmente la relativamente fácil victoria sobre la izquierda. Asímísmo, los diputados centristas que no asistieron a las últimas sesiones van a ser sancionados económicamente, como medida disuasoria para impedir nuevos espectáculos de absentismo.

Aunque la lista de prioridades señalada por el Gobierno es extensa, la escasez de tiempo disponible aconseja centrar la atención en los estatutos pendientes y en las leyes armonizadoras del proceso autonómico, tanto la LOAPA como su precursora, denominada loapilla en el argot parlamentario. Actualmente ambas están paralizadas en la Comisión Constitucional, a la espera de que se obtenga un acercamiento con los nacionalistas negociado en este momento tanto por el Gobierno como por el PSOE, cada uno por separado.

El Gobierno tratará de mantener las distancias políticas con el PSOE en estos debates generales, mediante planteamientos de política económica y social contrarios a las posiciones de la izquierda. Al mismo tiempo, marcará las diferencias con CD, a cuya proposición de ley sobre bases de la familia no prestará en principio apoyo.

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