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Viana consiguió el voto de censura contra Oreja en UCD de Alava

En tanto que Marcelino Oreja, líder y candidato de los moderados a la presidencia de la UCD del País Vasco, iniciaba su campaña personal de captación de compromisarios suaristas al congreso extraordinario de los centristas vascos, que se celebrará el próximo 4 de diciembre, Jesús María Viana lograba, en la madrugada de ayer, que la mayoría del consejo político de Alava ratificara el reciente acuerdo de la ejecutiva provincial, en el que se pedía a Calvo Sotelo que cesara en su cargo al delegado del Gobierno en el País Vasco.

Esta decisión, que trasciende el valor de un acuerdo del máximo órgano entre congreso y congreso, viene a ser un dato más, y muy significativo, de la pugna personal abierta entre Jesús María Viana y Marcelino Oreja por la presidencia de la UCD vasca, que hoy ostenta el primero. La guerra sorda que entre ambos ha existido desde que a Oreja se le nombró delegado del Gobierno en Euskadi ha salido a la luz con una fuerza inusitada, al conocerse la intención de los moderados de presentar a aquél como candidato a la presidencia de los centristas vascos, en un intento de descabalgar a Viana del puesto.Fuentes oficiosas de la UCD de Alava ponían ayer especial énfasis en remarcar que la ratificación de la moción de censura a Oreja obedece a la decisión de un colectivo, y no de una persona, y que está encaminada más a censurar una actitud política que a destronar a alguien de su cargo. Sin embargo, lo cierto es que en la reunión del consejo político de Alava, que tras seis horas de tenso debate concluyó ayer de madrugada, Viana, en una larga intervención, insinuó la posibilidad de dimitir si no lograba el apoyo total de Alava en la ratificación del acuerdo, que era tanto como solicitar el apoyo a su gestión y continuidad como presidente de la UCD vasca.

La "operación gran derecha"

Al término del consejo político de Alava, y al referirse a la ratificación de la moción de censura a Oreja, Viana, de una manera menos velada que en recientes declaraciones, le involucraba en la operación de sectores de UCD interesados en conformar con AP la gran derecha. En este sentido, tomó como ejemplo su controvertida cena en Los Olivos -su residencia oficial- con Fraga, en la que estuvieron también presentes otros representantes de AP, un consejero del Banco de Bilbao, el presidente de la patronal vasca, Adegui; el gerente de un periódico bilbaíno y el suegro de Oreja, el industrial Arburúa.Mientras tanto, Marcelino Oreja, que aún no ha aceptado oficialmente la candidatura a la presidencia de la UCD vasca, proseguía ayer en Bilbao su campaña de captación, uno a uno, de compromisarios al congreso a los que se considera a priori partidarios de apoyar a Viana. Esta campaña, iniciada el pasado viernes, no es casual, puesto que es en Vizcaya donde Oreja puede desnivelar a su favor el equilibrio de fuerzas entre suaristas y moderados de cara al congreso.

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