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Muestras de las tres víctimas de Almería han sido enviadas a Madrid para su estudio

El abogado de los familiares de los jóvenes santanderinos muertos en Almería, Darío Fernández Alvarez, podría solicitar en los próximos días la práctica de una nueva prueba a añadir al sumario y que trataría de comprobar si la combustión de los cadáveres de Juan Mañas, Luis Cobos y Luis Montero pudo alcanzar tales proporciones sólo con el incendio del automóvil en que viajaban conducidos por la Guardia Civil.

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En el caso de Cobos y Montero, sus restos, que ayer de madrugada fueron meticulosamente examinados por tres forenses en el Centro Médico Nacional Marqués de Valdecilla, no superan los veinte kilos de peso en el caso del segundo y algunos menos los del primero. Los dos aparecen sin antebrazos ni tercios inferiores de las piernas.Las pruebas radiológicas y la extracción de muestras para su posterior análisis en el Instituto Anatómico Forense de Madrid se iniciaron a las once de la noche del viernes y concluyeron a las 3.30 de la madrugada de ayer en presencia del abogado de la acusación particular, Fernández Alvarez y de uno de los defensores de los guardias civiles, Pérez Gómez. Entre ambos letrados hubo inicialmente una discrepancia porque a las pruebas pretendían asistir también personas no acreditadas en el sumario, a lo que se opuso el letrado de los familiares de las víctimas. En el examen radiológico estuvo presente, vestido de paisano, el capitán Masegosa, de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería.

Los restos de Luis Montero y Luis Cobos, volvieron a ser colocados en sus nichos, en los cementerios de Ciriego y, Muriedas, respectivamente. hacia las nueve de la mañana, en tanto que, vía aérea, salían para Madrid una do cena de frascos conteniendo trozos de húmero, tractos respiratorios. tráqueas, bronquios, pulmones y corazón de las víctimas, todo ello en muy apreciable estado, según la opinión de los forenses, que temían lo contrario ante el rumor de que los embalsamamientos habían sido mal realizados.

La intensa vigilancia montada por la Policía Nacional e inspectores de paisano en los cementerios de Ciriego y Muriedas para evitar la presencia de familiares y periodistas se repitió por la noche en el Centro Médico Valdecilla, aunque en esta ocasión sin incidente alguno, porque fue imposible intentar romper el cerco. Tanto el horario para la exhumación como el de las pruebas hospitalarias fuera de jornada trataban de evitar unas filtraciones de las que la defensa de los acusados acusa al abogado Darío Fernández.

Este y los forenses serían testigos esa noche de cómo el letrado Pérez Gómez criticaba las informaciones que se vienen dando sobre un caso que, en su opinión, está muy claro a favor de sus defendidos, actualmente en prisión. Desde Almería, otro letrado personado en el sumario, hijo de Pérez Gómez, diría ayer que las pruebas practicadas hasta ahora ratifican sus planteamientos, opinión que no fue compartida por el acusador particular, Darío Fernández, que considera muy positivo lo realizado hasta ahora porque «conllevará a configurar los hechos sumariales en un acercamiento a la realidad de lo sucedido».

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De esas pruebas, concretamente de las realizadas durante la noche del viernes en el hospital Valdecilla, se deduce que Luis Cobos sufrió el impacto de cuatro balas, y Luis Montero de otras cinco, todas ellas en trayectoria de atrás hacia adelante o lateral y muy dispersas. En concreto, el cadáver de Cobos Mier presenta un impacto en el húmero izquierdo, que está además fracturado; otra bala, a la altura de la primera costilla izquierda; otra, entre la séptima y la octava costilla, mientras que el cuarto disparo le afectó al fémur izquierdo, también roto. Además se le apreciaron dos trocitos metálicos en la masa orgánica.

Los cinco disparos que alcanzaron a Luis Montero le afectaron al temporal sobre la oreja el primero, otro, en el muslo izquierdo, un tercero. en el hígado; otro, en la masa muscular lumbar del lado derecho, y el quinto impacto, en la línea escapular izquierda.

Una información de Televisión Española, atribuyendo a uno de los forenses y al abogado Darío Fernández unas declaraciones según las cuales los embalsamientos de los cadáveres serían deficientes y dificultarían las prácticas ordenadas por el juez especial Ángel Tortosa, fue rechazada ayer por los interesados minutos después del Telediario de las nueve.

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