Continuismo en la comisión permanente de la conferencia episcopal
Sorpresa e hilaridad provocó en la conferencia de Prensa de los obispos, presidida por Antonio Montero, José Capmany y Antonio Vilaplana, la pregunta de si habían considerado la posibilidad de asistir a la manifestación pro democracia, convocada en el día de ayer. «No se ha tratado el tema», respondió el portavoz, «aunque cada cual es libre de hacer lo que quiera».Si la elección del presidente de la Conferencia Episcopal está marcada por el signo de la renovación, no ha ocurrido lo mismo con la Comisión Permanente, el organismo más activo y decisorio, que repite casi todos los nombres. De esta manera se perpetúa la práctica habitual de los obispos españoles, que equilibran la renovación de un colectivo con la continuidad de otro.
Trasiego ha habido en los «mandos intermedios», como decía Antonio Montero, representados por las presidencias de las comisiones, con las novedades de José Capmany en la comisión de misiones y de Antonio Vilaplana para la de doctrina, de la fe. Ni el libro de Díez-Alegría Rebajas teológicas de otoño ni los casos de los profesores de Teología Manuel Freijoo, José María Castillo y José González Faus, vetados, al parecer, para enseñar en determinadas universidades católicas, han llegado, según Antonio Vilaplana, a su comisión para que ésta valore el grado de ortodoxia.
