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La sustitución de Adolfo Suárez

Las bolsas saludaron la dimisión de Suárez con alzas espectaculares

Las bolsas españolas saludaron la dimisión de Adolfo Suárez de la Presidencia del Gobierno con unas alzas espectaculares, que llevaron a sus cuatro índices generales a los valores máximos del año. El sector bancario fue el encargado de generar tan importantes avances, y a él se sumaron casi a remolque la mayor parte de los valores que se contrataron correspondientes a otros grupos de actividad.La realidad es que la animación tuvo mucho de ficticia, pues en general las subidas se produjeron por la clara intervención de los bolsistas de oficio, quienes fundamentalmente se apoyaron en que el desconcierto había cundido entre los inversores, quienes no sabían a ciencia cierta a qué carta apostar.

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No era raro oír comentarios en los salones de contratación de cualificados especialistas, en el sentido de que lo mejor que se podía hacer era precisamente no hacer nada, realizar las operaciones de puro oficio y quedar en espera a que durante el fin de semana se clarificase el panorama y la Bolsa definiera su tendencia.

Y esta fue la oportunidad que estaban precisamente esperando los mentores de numerosos valores, y especialmente los bancarios, quienes se apresuraron a capitalizar la crisis en la que se hallaban sumidos los vendedores.

Favorable acogida

Es muy posible que las tradicionales vinculaciones de Calvo Sotelo, candidato a la Presidencia del Gobierno por UCD, con las altas cúpulas del poder financiero, puedan dar lugar a comentarios sobre la favorable acogida que su designación ha tenido entre los círculos bancarios, que son quienes en definitiva, y esto es importante tenerlo presente, deciden a diario las trayectorias bursátiles.Pero estas consideraciones, con ser ciertas, no dejan de ser parciales, pues si bien Leopoldo Calvo Sotelo al frente del Gobierno colma las aspiraciones de un sector cualitativamente importante de la banca, y que normalmente hay que identificar con la que mayor peso histórico tiene, no es menos cierto que otros círculos del sector considerados de talante más progresista, todo lo progresista que puede ser un banquero, tenían puestas sus esperanzas en Alejandro Rodríguez Sahagún, a quien consideraban un hombre conocedor de los problemas económicos y empresariales, al menos tanto como el propio Calvo Sotelo, pero al que reputaban más neutral, o con vinculaciones menos definidas sobre grupos concretos.

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En definitiva que la reacción de la Bolsa ha tenido un importante componente técnico y no se ha hecho sino capitalizar una serie de factores, que iban desde el desconcierto de una parte importante de los operadores habituales, hasta una aceleración del buen momento que estaban atravesando los valores bancarios, cuyos resultados del ejercicio de 1980, conforme van apareciendo, van resultando muy favorables, a pesar del mucho empeño que pone el presidente de la patronal del sector. Rafael Termes, en convencer a sus asociados de que la moderación y la prudencia son las mejores armas que puede utilizar la Hinca en momentos de aguda crisis económica, corno la que atravesamos.

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