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El Congreso aprueba la ley de reforma del Código de Justicia Militar

El Pleno del Congreso aprobó ayer definitivamente la ley de reforma del Código de Justicia Militar, enviado por el Senado, cuyas enmiendas fueron aceptadas casi en su totalidad. El proyecto obtuvo 266 votos a favor y trece abstenciones, entre éstas, varias de diputados del ala izquierda del Grupo Socialista, no completamente conformes con el resultado final de esta reforma. No se eligieron, por otra parte, los consejeros de RTVE, ya que la negociación, aunque prácticamente terminada, no ha podido ser cerrada por falta de tiempo.

Según manifestó el vicesecretario general del PSOE ayer, en las Cortes, actualmente está resuelto el tema del director general de RTVE, pero se negocia sobre varios cargos de rango inferior, pero «que mandan más en la práctica», en palabras de Alfonso Guerra. Las circunstancias de la negociación han hecho que finalmente el director general de RTVE será un hombre aceptado por el PSOE entre una lista de personas para el cargo entregada por UCD, al parecer con un total de cinco nombres.Concretamente, Alfonso Guerra dijo que por esta circunstancia «ellos no saben quién es el director general, pero yo sí». La negociación, aunque prácticamente resuelta, no se ha podido cerrar por falta de tiempo, ya que en las últimas horas ambos partidos han estado volcados completamente en el tema de la autonomía andaluza.

Por lo que respecta al Pleno del Congreso, se aceptaron casi todas las enmiendas propuestas por el Senado, excepto una reordenación técnica de artículos y la modificación de otro, rechazada con el acuerdo de UCD y PSOE. Por este acuerdo se eliminó la frase según la cual la pena de muerte aplicada por ley común e indultada conllevaría la pérdida de empleo, ya que la ley común no puede hacer que se aplique la pena de muerte, prohibida por la Constitución.

Aprobada la ley, el socialista Leopoldo Torres explicó el voto de su grupo afirmando que la habían aprobado porque, aunque no puede calificarse de excelente, salva las principales contradicciones entre el anterior Código de Justicia Militar y la Constitución y adapta la normativa judicial castrense en lo imprescindible a la nueva situación. Asimismo, el portavoz socialista dijo que es conveniente considerar el estado de opinión de los sectores afectados, pero que esto no hará dejar al Parlamento su mandato de elaborar las leyes.

Por su parte, Joaquín García Romanillos, de UCD, destacó que esta reforma fue fruto de la iniciativa del Gobierno y los Pactos de la Moncloa. Admitió que queda mucho por hacer, pero advirtió que era urgente reformar lo imprescindible con rapidez.

A continuación se debatió una proposición de ley comunista para introducir una nueva reforma en el Código de Justicia Militar, por la que se establecería un procedimiento similar al enjuiciamiento de causas para la corrección de faltas graves, que pueden llevar aparejadas penas de reclusión de hasta seis meses, impuestas sin las necesarias garantías, a juicio de los comunistas. UCD se opuso por considerar que no era momento de esta iniciativa, aunque admitiendo que su contenido podría ser, en parte, procedente.

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Efectuada la votación por procedimiento electrónico, hubo de repetirse, ya que sólo había tres votos de diferencia, en contra de la proposición, y la Mesa del Congreso ha adoptado la decisión de que cuando haya menos de cinco votos se compruebe la votación, por las llaves que algunos diputados dejan puestas en su escaño. Repetida la votación, la proposición fue denegada por 114 votos a favor, 118 en contra y cuatro abstenciones, éstas de la Minoría Catalana. El portavoz de UCD, Miguel Herrero, pidió que haya coherencia entre los escaños que votan y los diputados que están sentados en ellos, y aunque dijo que advertía esto para todos los grupos, comentó que últimamente se ve que las diferencias de votos al comprobar se inclinan de un lado. La oposición se dio por aludida y dedicó un ruidoso y largo pateo al portavoz centrista.

Después se debatió una proposición socialista para modificar la ley del Registro Civil, de modo que los nacimientos puedan registrarse en el lugar del domicilio del nacido.

Votada la proposición, el resultado fue aprobatorio por 131 votos a favor y 128 en contra, por lo que hubo de comprobarse poniéndose en pie los diputados. En esta segunda votación, que naturalmente es la válida, la proposición fue derrotada por 113 votos en contra y 112 a favor, aunque todos los grupos votaron contra UCD

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