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Frustrado intento de fuga de Carabanchel de dos presuntos "etarras"

José Antonio Alcocer Gabaldón y Santiago López Suárez, presuntos miembros de ETA, intentaron fugarse en la tarde de ayer del hospital penitenciario de la cárcel de Carabanchel, aunque fueron reducidos por la guardia del recinto antes de lograr alcanzar la calle. El primero de los reclusos está relacionado con el intento de secuestro del diputado de UCD Gómez Franqueira.Los hechos, según fuentes policiales, comenzaron cuando hacia las tres de la tarde: de ayer, Alcocer Gabaldón, «Zapatones, y Suárez López, armados con pistolas de fabricación checa con munición, penetraron en el comedor del hospital penitenciario y redujeron a las cinco personas, tres funcionarios y, dos reclusos, que: se encontraban en el local, a los que maniataron.

Para utilizarlo como rehén, desataron a uno de los funcionarios, y con él se dirigieron a la oficina de servicios, donde consiguieron maniatar a otras cuatro personas, entre ellas un nuevo recluso. Acompañados aún por el rehén, los dos presuntos etarras se dirigieron a continuación al rastrillo que separa la zona carcelaria de la de los funcionarios, donde, bajo amenazas, el rehén pidió a dos de sus compañeros que abrieran dicho rastrillo.

Una vez conseguida la apertura, maniataron a los tres funcionarios y, tras arrebatar las llaves del automóvil a uno de ellos, se dirigieron al vehículo que se encontraba en el patio interior del hospital con unas batas blancas simulando ser médicos.

Al salir por la puerta de la prisión, el guardia civil de servicio les ordenó que se pararan y solicitó que le enseñasen su documentación. El agente, que revisó, como es habitual, la documentación entregada, dejó pasar al automóvil sin sospechar que estaba perfectamente falsificada. Pero cuando el vehículo iniciaba la salida, el guardia civil oyó desde el interior de la cárcel que alguien gritaba «fuga» y ordenó a los ocupantes que se detuvieran, al tiempo que les apuntaba con su arma.

Los presuntos etarras, al verse descubiertos, descendieron del coche con las manos en alto y fueron detenidos.

El ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, una vez enterado de lo ocurrido, ha ordenado la apertura de un expediente para averiguar la procedencia de las armas empleadas por los dos reclusos y el sistema para introducirlas en la prisión. Al mismo tiempo, la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones, según uno de sus portavoces, exigirá de nuevo a los responsables de las instituciones penitenciarias la mejora inmediata de las condiciones de seguridad y control de las prisiones. Señaló la preocupación existente entre los funcionarios por la falta de medidas de control y comentó que en las actuales circunstancias resulta fácil introducir cualquier arma en las prisiones. Como en el caso de la fuga de diez reclusos de la prisión de Alcalá de Henares del pasado 25 de agosto (véase EL PAÍS del 26-8-1980), ayer no se había podido saber cómo pudieron ser introducidas las pistolas en el interior del recinto Fuentes de la dirección de la Guardia Civil, señala Europa Press, han decidido proponer al guardia civil que realizó la detención, para que le sea concedida una condecoración.

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