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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El futuro polaco

Se nos acaba una distracción. Polonia. Sí; porque el pueblo y los trabajadores polacos han terminado sus huelgas, logrando que se atendiesen sus peticiones, consiguiendo la más importante victoria social y política de los países del este de Europa.En dos semanas de huelga, mantenida por casi quinientas empresas y por más de 300.000 trabajadores, han logrado que el Gobierno acepte la formación de sin dicatos libres y autogestionarios, el derecho de huelga y la formación de organizaciones privadas, como principales puntos de una larga lista de acuerdos entre Gobierno y los trabajadores. Muy pronto todo volverá a la normalidad, y en los centros de trabajo se iniciará una nueva experiencia social, la primera (no la última) en la Europa del Este; ahora, el comité de huelga, constituido como nuevo sindicato, habrá de someterse a la primera prueba como tal sindicato no político, libre y autogestionario: lograr una recuperación de la producción y del tiempo perdido (nunca peor empleada la palabra perdido) por la huelga, tratando de relanzar con su ayuda la economía del país, haciendo que la vida polaca pueda volver a latir con un nuevo ritmo, como prueba de la flexibilidad de funcionamiento de la democracia del socialismo polaco, que ha dado una admirable lección de cómo dirigir un verdadero diálogo social, de extraordinaria limpieza y educación por ambas partes, ningún herido ni muerto, poca policía, pocos los detenidos, y ningun tanque, aunque a más de uno le habría gustado su intervención. Sí; porque los rusos, ésos que todo lo arreglan con los tanques, en esta ocasión han mantenido, durante la larga crisis, una actitud de máxima reserva, concretada en el silencio más absoluto, casi tan.grande como el mantenido por la Iglesia y, más concretamente, por el papa Juan Pablo II, actuando como un inteligentísimo diplomático mediador, muy al contrario de la actitud mantenida por el capitalismo salvador de Occidente, que, haciendo uso indiscriminado de informaciones que se alejan de la amplitud y el alcance de la realidad socialista, han intentado explotar la crisis en descrédito del socialismo, hacer suyos y salvadores los problemas internos del pueblo polaco y de sus autoridades.

No resultó, no sirvió de nada el jaleo propagandístico occidental sobre la inviabilidad del sistema socialista; porque sí resulta, sí es lo suficientemente flexible, como lo ha demostrado el socialismo polaco, que ha conseguido salvar mediante el diálogo una crisis que a los ojos occidentales parecía totalmente insalvable desde el primer día. No fue así; todo se salvó sin que en ningún momento se cuestionase la existencia del sistema ni sus alianzas de carácter internacional, y, al final, y gracias al alto nivel político y de conciencia de los trabajadores para con su país, éstos han logrado abrir la puerta de un nuevo sistema independiente y democrático dentro del socialismo de los paises del este de Europa.

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