Numerosos incendios provocados en fincas privadas de Sevilla y Cádiz

Durante la última semana se ha registrado un sorprendente número de incendios en fincas rurales en las provincias de Sevilla y Cádíz, en concreto en los términos de Carmona, Osuna, Lebrija, El Alcor, Los Molares, El Cuervo, Paradas y Montellano. De acuerdo con los datos facilitados por la Guardia Civil, desde el pasado 1 de mayo se registraron en Sevilla 68 incendios rurales, un tercio de los cuales estima que son provocados.

El gobernador civil de Sevilla declaró al diario Abc de esta ciudad que, sin descartar la acción de algunos cabreros y pequeños propietarios, la causa fundamental de los incendios provocados es la acción criminal de sectores obreros radicalizados que intentan coaccionar a la patronal para que acepte emplear a mayor número de parados de los que técnicamente se necesitan.En las declaraciones al diario Abc, el gobernador civil de Sevilla mencionaba expresamente al SOC y a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de ser los inductores de los incendios Sin embargo, fue más cauto en sus declaraciones a EL PAIS al afirmar textualmente que «tenemos evidencias, pero no pruebas, de quiénes son los autores. En cuanto a los inductores, se trata de profesionales de la subversión pertenecientes a un sindicato no mayoritario poco responsable». Ante las declaraciones a Abc, el Sindicato de Obreros del Campo (SOC) ha decidido presentar querella criminal contra el gobernador civil de Sevilla.

Los incendios en propiedades agrarias han coincidido con un alarmante incremento del paro en el campo y una importante restricción en el envío, por parte del Gobierno, de fondos para el empleo comunitario. De la intencionalidad de muchos de ellos puede dar idea el caso de Carmona, en cuyo término municipal ardieron cuatro fincas distintas a la misma hora, con pérdidas próximas al millón de pesetas.

Fuentes empresariales representativas coincidieron en las acusaciones formuladas por el gobernador civil, basándose en que los incendios están teniendo lugar fundamentalmente en pueblos con presencia del SOC en los que se han promovido huelgas generales y, otras acciones contra el uso de maquinaria agrícola y en favor de la contratación de parados por los empresarios locales, citando el ejemplo de Osuna, Marchena y Paradas.

Mayor cautela se mantiene de forma oficial por la principal organización patronal del campo sevillano, la Asociación de Agricultores y Ganaderos (Asaga), cuyo presidente, Javier López de la Puerta, manifestó ayer a este periódico: «No tenemos ninguna prueba sobre el origen de estos incendios y, por tanto, no vamos a hacer ningún juicio temerario sobre personas o sindicatos». Otros empresarios agrícolas son más tajantes, señalando que «cuando un sindicato se dedica a crear un ambiente de conflictividad generalizada le tiene que resultar muy difícil controlar las acciones de todas sus bases».

Para López de la Puerta, la causa principal de las actuales tensiones es el erróneo tratamiento dado por el Gobierno al problema del desempleo agrario andaluz. En su opinión, en los últimos tres meses se han concedido para el empleo comunitario cantidades que suponen la mitad de las otorgadas en el mismo período en 1979, a lo que habría que añadir una políticade precios que no incentiva los cultivos queemplean más mano de obra, como la remolacha y el olivar.

Por su parte, Francisco Casero, secretario general del Sindicato de Obreros del Campo, replicó ayer muy duramente a las acusaciones del gobernador civil y aseguró a EL PAIS que «son inadmisibles y demuestran una total falta de ética. Yo preguntaría si no es él quien está provocando una mayor conflictividad en el campo sevillano». Negó asimismo la autoría moral de los incendios, recordando a su vez que hay tradición por parte de algunos empresarios en prender fuego a sus campos cuando la cosecha no es óptima, a fin de cobrar el seguro.

Según Casero, el gobernador ni siquiera está informado de lo que sucede, «ya que habla de cinco detenidos en Paradas por formar un piquete y la verdad es que fueron seis y hoy están todos en libertad. Tras asegurar que ningún jornalero incendiaría fincas de tres o cuatro hectáreas, el líder del SOC señaló: «Autoridades como esta sobran en Andalucía. Lo mejor que puede hacer este señor es coger el primer avión que haya y desaparecer».