Nuevos ceses en el Gobierno saudí
Altos funcionarios civiles y militares del Gobierno saudí han sido destituidos el martes, según anuncio de la agencia informativa oficial. Los cambios en el régimen saudí, inusuales por su amplitud, afectan, entre otros, al gobernador de La Meca y al jefe de las fuerzas aéreas.A finales de diciembre se habían producido relevos en la cúpula de los ministerios de Defensa y Aviación. Fuentes diplomáticas de la capital saudí atribuyen la purga a tensiones entre el Gobierno y las fuerzas armadas, como consecuencia de la captura de la mezquita sagrada de La Meca, hace un mes, por un grupo de insurgentes armados.
El príncipe Sawaz lbn Abdul Aziz, hermanastro del rey Jaled y gobernador de la provincia de La Meca desde hacía años, ha presentado su dimisión del cargo, uno de los más importantes de la Administración saudí. El cese de Abdul Aziz, atribuido oficialmente a razones de salud, se relaciona con los sucesos de La Meca, el más serio conflicto civil conocido por el teocrático reino de Oriente Próximo.
Fuentes de Ryad apuntan a un cierto sentimiento de cautela y temor por parte de la familia real, tras los acontecimientos de la ciudad santa. Los indicios de inestabilidad del régimen saudí se reflejan también en los ceses del comandante en jefe de la aviación, general Abdul Aziz Al-Zuhair, y del responsable de la policía nacional, comandante Fawai Al-Awfi.
No se ha dado ninguna explicación oficial de estos relevos. Un alto jefe del Ministerio de Defensa, el general Ali Majid Gaddani, ha sido también destituido. No hace dos semanas que fue apartado de su cargo el jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas saudíes, Othman Humaid.
El conjunto de estos inusuales cambios del más alto nivel ha sido destacado por la prensa saudí, habitualmente reservada a propósito de las variaciones en el Gobierno. La extensión de la purga sorprende en los medios diplomáticos de Ryad, que vaticinan mayores y más profundos cambios en el aparato estatal a corto plazo.
El Gobierno saudí, dominado por miembros de la familia real, tiene fama de lentitud en la adopción de medidas que suponen cambios en su equilibrio de poder.
