El comité ejecutivo del PNV de Vizcaya expulsa a los miembros del sector "parlamentario"

Veinticuatro horas antes de la fecha inicialmente prevista para la apertura de la asamblea del PNV de Vizcaya, en que debía elegirse la nueva dirección regional, se desconoce si la reunión llegará a celebrarse y, en este caso, si sus resultados serán aceptados por el sector hasta ahora mayoritario en el órgano regional.

La última decisión de dicho sector, que expulsó ayer del partido a cinco destacados dirigentes de la facción pro Arzallus, no ha hecho sino aument ar el clima de confusión creado por esta batalla sin precedentes, que amenaza con extenderse a la base y dividir gravemente al partido.El sector que encabeza el hasta ahora presidente del Bizkai Buru Batzar (BBB), Antón Ormaza, había anunciado la víspera su decisión de retirarse de las elecciones, «en bien del partido». Los miembros de la candidatura añadieron, sin embargo, que, en caso de que de todas formas fueran votados por los delegados, «se atendrían al reglamento, que determina la obligatoriedad de aceptar los cargos».

Esta matización podría ser interpretada en el sentido de que el sector continuista de Ormaza se reservaba una carta de última hora Así ha sido.

A última hora de la noche de jueves, el BBB -en realidad, su mayoría pro Ormaza- decidía desconvocar la asamblea prevista para hoy y convocar una asamblea extraordinaria el próximo 17 de febrero, para «decidir sobre el principio de confederalidad en el partido». La excusa aducida para justificar tal decisión ha sido el apoyo otorgado p or el máximo órgano del partido a nivel nacional (Euskadi Buru Batzar, EBB) a la resolución del Tribunal Supremo sobre la aplicación de un sistema de «proporcionalidad atenuada» a las elecciones de Vizcaya. El EBB instaba a las partes al «fiel y puntual cumplimiento» de dicha resolución.

Para el sector Ormaza, que ya había impugnado el fallo del Tribunal, empleando, no sin cierta ironía, la fórmula foral de «se obedece, pero no se cumple» (emplea,da en la Edad Media por las juntas de Guernica cuando una decisión del monarca español no era de su agrado), esta resolución «pone en cuestión el principio confederal del partido, recogido por los estatutos». Por ello, y enfrentándose abiertamente no ya sólo al sector parlamentario de Arzallus, sino la dirección ejecutiva del partido, el BBB pro Ormaza desconvocaba una asamblea cuyo desenlace era ya evidente que iba a resultar desfavorable para sus posiciones.

Los datos disponibles en el momento en que el BBB adoptaba su decisión otorgaban, en efecto, una amplia mayoría al sector Arzallus. Dado el sistema de mandato imperativo con que se rigen las eleccio nes internas en el PNV, el resultado de veintiocho a cinco favorable a Arzallús -de entre las 33 juntas municipales que habían elegido sus delegados- hacía prever ya una severa derrota de los hasta ahora mayoritarios.

Por ello, la minoría del BBB (cinco miembros, sobre un total de quince) decidía, sobre las diez de la noche, mantener la convocatoria, recordando a todos los delegados su «obligación ineludible de asistir a la asamblea que antirreglamentariamente se pretende suspender». Esta última decisión fue adoptada tras una entrevista con Carlos Garaikoetxea.

Así estaban las cosas cuando, a media tarde de ayer, el grupo de Ormaza, actuando como Bizkaí Buru Batzar, decidió expulsar a los cinco miembros del órgano regional que habían firmado el comunicado anterior. Entre los cinco expulsados figura -Maki Anasagasti, que es además uno de los tres representantes de Vizcaya en el ejecutivo nacional.