El Gobierno iraní
criticó ayer duramente la decisión de Egipto de invitar al destronado sha, mientras se informaba que el ayatollah Jomeiny y el líder soviético Leónidas Brejnev han intercambiado mensajes conciliatorios. Jomeiny, agradeció los buenos deseos soviéticos «hacia la República Islámica de Irán» y deseó felicidad y prosperidad a la Unión Soviética, en un «mensaje personal» dirigido a Brejnev.
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