Una amenaza soviética
«"Al armar a China, el Occidente juega con fuego. Es un juego peligroso para el mundo, comprendido el Occidente." Esta advertencia de la agencia Tass a Carter, Callaghan, Giscard d'Estaing y Schmidt era publicada el viernes, antes que se conociese oficialmente la intención del primer ministro británico de vender aviones de combate a China.(...).¿Los occidentales venden armas ofensivas a China? Estados Unidos no vende todavía armamento a China, Francia lo ha dicho oficialmente y lo mismo Alemania. Los helicópteros Alouette y Super-Frelon, hasta ahora entregados por Francia y los Gazolle, que llevan cohetes antitanques, sobre los que se negocian contratos pueden difícilmente ser considerados como armas manifiestamente ofensivas. Los aviones británicos Harrier, debido a su débil radio de acción, no podrían servir para ofensiva China contra la URSS (...).
Que la venta de aviones británicos a China acentúe la aproximación entre Pekín y el Occidente y que cambie su naturaleza, nadie podrá negarlo; que la URSS se inquiete y que la obsesión de cerco se vuelva a despertar, nadie se asombrará. Pero ¿de quién es la culpa? Occidente no tiene ninguna responsabilidad en el enfrentamiento de las dos grandes potencias comunistas. Aunque aumente con algunas armas occidentales, el armamento chino es ridículo cuafitativamente comparado con el arsenal soviético (...).»
8 enero
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