Inaugurada en París una escultura monumental de Miró
«Lamento que Miró no esté presente en este acto. Por lo demás, su obra maravillosa cuadra perfectamente en este centro internacional de los negocios, que también deseamos se convierta en centro internacional de la cultura. Ya existían obras del americano Calder y del israelí Agam. Ahora, con la escultura de Miró, el contexto artístico empieza a ser verdaderamente internacional.» Así estimó para EL PAIS el ministro de la Cultura y de los Medios de Comunicación francés, Jean Philippe Lecat, la escultura monumental del artista catalán que fue descubierta en París, en el barrio comercial de la Defensa. El pintor y escultor enfermó la semana última, pocos momentos antes de emprender viaje hacía París, con el fin de presidir el acto, y fue representado por su hija María Dolores.Unas mil personas asistieron ayer a la fiesta de animación cultural que se desarrolló a lo largo de una hora en este barrio moderno ubicado en la periferia parisiense, dedicado a los negocios trasnacionales y sembrado de torres inmensas que contrastan radicalmente con el París tradicional. La compañía catalana La Claca, que ha representado en la capital francesa la obra ilustrada con máscaras y decorados de Miró Mori el merma, protagonizó el festival con música, tracas y representaciones mímicas.
La escultura, de hecho, consta de dos personajes, que, aparentemente, serían un hombre con cuernos de toro y una mujer. Son una especie de marionetas coloreadas con fuerza, de doce metros de alto, que pesan cada una cuatro toneladas y han sido realizadas con resina y polyester armado.
El escultor israelí Agam, que realizó una fuente para esta plaza del barrio de la Defensa, opinó de la obra de Miró: «En este ambiente de cemento armado, la obra de Miró aporta la dulzura.»
