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Polémica en la Diputación General de Aragón por el trasvase del Ebro

Una considerable diferencia de criterios acaba de ser puesta de manifiesto en el seno de la Diputación General de Aragón con motivo del tema del trasvase del Ebro, lo cual puede acarrear para los próximos días una considerable marejada política regional.Desde hace una semana el consejero de Obras Públicas y Urbanismo de la preautonomía aragonesa, el senador socialista Sainz de Varanda, encabeza una corriente de opinión según la cual se hace necesaria una contestación popular en la región aragonesa a los propósitos del Gobierno central de incluir en los Presupuestos Generales del Estado para 1979 una partida de cien millones de pesetas destinada a sufragar los gastos de un estudio de bases para ver por medio de él la conveniencia o no de realizar la gigantesca obra trasvasadora. En tal sentido Sainz de Varanda se ha manifestado desde el seno mismo de la Consejería regional de Obras Públicas, cartera que le fue asignada al constituirse el primer Gobierno preautonómico aragonés.

A esta postura de la Consejería de Obras Públicas se están sumando los principales grupos políticos de izquierda, tales como el comité regional del PCE, que insiste en la necesidad de que la Diputación General de Aragón convoque una concentración de masas en Zaragoza a la mayor brevedad posible, para expresar con ella la oposición popular a los proyectos del trasvase del Ebro a Barcelona.

Frente a esta postura, considerada hasta ayer como oficial dentro de la Diputación General, su presidente, Juan Antonio Bolea, manifestaba hace unas horas en el transcurso de una audiencia concedida a la Asociación de la Prensa de Zaragoza que su criterio se centra más en la necesidad de que en Aragón se realicen planes concretos para convertir en regadío una amplia zona del Alto Aragón, en lugar de orientar las acciones del organismo preautonómico hacia convocatorias masivas de rechazo a los propósitos gubernamentales sobre el trasvase. El señor Bolea asegura que los proyectos para la realización del trasvase no han partido de la Generalidad de Cataluña, sino de la oligarquía financiera de Barcelona, principal interesada en asegurarse para el futuro unos determinados volúmenes de agua que permitan un desarrollo más próspero de sus inversiones dentro del área de influencia de la capital catalana. En concreto el señor Bolea pronunció una velada réplica contra el documento redactado recientemente por el comité regional del PCE, en el que se criticaba duramente la actuación de la Diputación General de Aragón en este y otros asuntos de interés regional.

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