Malestar en Asturias ante el posible cierre del parador de Pajares
El proyecto del Ministerio de Comercio y Turismo de cerrar el parador nacional de Pajares, situado en el límite de León y Asturias, aunque en tierras de esta última, podría crear un contencioso entre estas dos provincias, porque mientras en Asturias ha sido acogida con indignación la noticia del cierre de este parador, ubicado en un lugar neurálgico, tanto por el tránsito por carretera entre Asturias y Castilla, como por formar parte de la primera estación invernal asturiana, y cuando sus pérdidas durante el ejercicio pasado no han llegado a los dos millones de pesetas, en cambio en León son partidarios de echar el cerrojo al parador para potenciar su estación de esquí de San Isidro, según manifestó el asesor jurídico de la UGT durante una reunión a la que también asistieron miembros de CCOO, con los empleados del hotel preocupados por su incierto futuro laboral. Según fuentes solventes, el Ministerio está dispuesto a vender el parador por el precio simbólico de una peseta a quien ofrezca garantías para continuar su explotación.
El cierre, previsto para días pasados y retrasado para ganar tiempo en la búsqueda de soluciones, es considerado desde Asturias como una aberración, entre otras razones porque mientras la media nacional de plazas hoteleras por mil habitantes es de 22,6, en esta región solamente hay 5,6, y porque la opinión pública entiende que detrás de esta operación se esconde la intención de privatizar este parador, perteneciente a la red nacional de paradores, cuyos edificios son propiedad del Estado. La crisis económica que atraviesa el país también ha afectado a la red, que durante el año pasado arrojó un saldo negativo de doscientos millones de pesetas. Dentro del programa de cierre de algunas instalaciones para reducir esas pérdidas ha sido incluido el parador de Pajares.
