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Fuerte oposición en el Congreso a ventas de aviones Arabia Saudita y Egipto

En una nueva prueba de fuerza con el Congreso, el presidente norteamericano Jimmy Carter someterá hoy a la aprobación del mismo su proyecto de venta de aviones de combate a Egipto, Arabia Saudita e Israel, que cuenta con la oposición del influyente lobby judío y que corre el riesgo de ser vetado por el poder legislativo.

Pese a las protestas de Israel y de los grupos de presión judíos en Norteamérica, la Administración Carter sigue adelante con sus planes de suministrar armamento a Egipto y Arabia Saudita, y ha vinculado estas ventas a la concesión de equipo bélico más moderno y numeroso a Israel. Según la ley, las dos Cámaras del Congreso tienen un plazo de treinta días para vetar, por mayoría simple, el «paquete» de ventas propuesto por el Gobierno.

Valorado en casi 5.000 millones de dólares, el «paquete» incluye la venta a Israel de quince aviones F-15 y de 75 aparatos del modelo F-16, mientras que Egipto recibe cincuenta unidades del más antiguo F-5e, y Arabia Saudita podrá adquirir sesenta reactores F-15. Este último capítulo es el que ha provocado mayor reacción entre los defensores a ultranza del Estado judío, que temen que, en caso de un nuevo conflicto en Oriente Próximo, los saudíes pudieran utilizar los aviones contra Israel.

Aunque la Administración Carter ha repetido innumerables veces su compromiso con la seguridad de Israel y señalado que la venta de armas no desequilibra la situación militar en Oriente Próximo, la previsible reacción contraria en el Congreso aconsejó la presentación del «paquete» como un todo, vinculando las ventas a Israel con la aprobación legislativa de los suministros bélicos a los dos países árabes.

Los influyentes senadores Byrd y Church, que fueron claves en la reciente ratificación de los tratados sobre el canal de Panamá, anunciaron ayer su oposición al «paquete» conjunto y el senador Church pronosticó que el proyecto presidencial no obtendrá la aprobación del Congreso.

Restricciones a Arabia Saudita

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La Casa Blanca mantuvo negociaciones de última hora con algunos legisladores y se estudiaba la posibilidad de incluir restricciones en el contrato de venta de los F-15 a Arabia Saudita. Estas limitaciones consistirían en la prohibición de estacionar los aparatos cerca de la frontera israelí y en no suministrar accesorios de bombardeo a los aviones vendidos a los sauditas, de modo que éstos no pudieran utilizarse como caza-bombarderos y sólo como interceptores.Sin embargo, no parece que estas limitaciones, aún en el caso de ser aceptadas por Arabia Saudita, convenzan a los congresistas opuestos a la venta de aviones modernos a países árabes, que podrían hacer suya la opinión de un general retirado israelí que dijo preferir la cancelación de las ventas al Estado judío antes que la presencia de los F-15, uno de los más sofisticados aviones de combate, en territorio árabe.

El portavoz de la Casa Blanca, Jody Powell, aseguró ayer que el presidente Carter está decidido a seguir adelante con sus planes de «todo o nada», aunque reconoció la existencia de negociaciones con el Congreso y no descartó la posibilidad de un acuerdo, que estaría basado en las limitaciones señaladas al uso de los aviones por parte de Arabia Saudita.

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