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Temores en Gran Bretaña ante los riesgos de las vacunas

En el mes de mayo de 1974, una niña británica, Jacqueline Eratt, era vacunada como tantas otras. La vacuna que le fue administrada era de las calificadas como trivalentes, es decir, dirigida a la vez a la prevención de la tosferina, el tétanos y la difteria. Como consecuencia de ello la niña sufrió un derrame cerebral que le ocasionó una deficiencia mental permanente. Los padres de la niña se han querellado contra el Gobierno de su país.Pero el caso no es el único. Según el abogado que ha. presentado la querella en nombre de la familia, esto será una prueba definitiva para quinientos niños, por lo menos, que se encuentran en las mismas circunstancias. Todos ellos han experimentado deficiencias mentales como consecuencia de la vacuna contra la tosferina.

La empresa productora de aquella vacuna, Lister Institute Preventive Medicine, vende todos sus productos al Gobierno británico para ser distribuidos a través del Servicio Nacional de Salud Pública. La querella, sin embargo, ha sido dirigida contra el médico que indicó la vacuna, ya que es él quien es considerado el ejecutor de la falta. También se dirige la querella contra el Gobierno, al que se le considera responsable subsidiario.

Adversarios de la vacunación

De hecho, a pesar del reconocimiento universal de la vacunación corno elemento positivo de la medicina occidental de nuestro tiempo, no faltan corrientes de opinión, de inspiración científica, que ponen en entredicho la necesidad o la obligatoriedad de vacunarse frente a ciertas enfermedades.Hace aproximadamente un año, trescientos médicos franceses y belgas firmaban un manifiesto pidiendo la supresión de la obligatoriedad de la vacunación contra la viruela. Estimaban que los riesgos y los costos de la vacunación eran, en un país desarrollado, mucho mayores que las ventajas. Consideraban que, desde hace varios años, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y República Federal de Alemania han recomendado la fórmula de la libertad de opcióri ante una vacunación que presenta numerosos efectos secundarios. Estos efectos son alergias, transtornos. nerviosos y excepcionalmente encefalitis. Francia impone la vacunación antivariólica desde la promulgación de una ley en el año 1902, y el Ministerio francés de Sanidad ha asegurado que mantendrá esta obligación por lo menos hasta que la Organización Mundial de la Salud lo desaconseje oficialmente. Por otra parte, el virus de la viruela es muy débil y está desapareciendo prácticamente del planeta. Sólo Etiopía presenta todavía un foco endémico.

Mientras unas vacunas son cuestionadas, otras surgen constantemente. En mayo de 1976, también en Francia era puesta a punto una vacuha contra la hepatitis B, por paite del equipo del doctor Maupas, en el centro regional de Tours, donde fue experimentada con éxito en 46 voluntarios de la unidad de hemodiálisis. Pero no sólo la aparición de enfermedades intenta ser conjurada con la creación de nuevos productos. También hechos corno las infecciones mortales que se pueden producir con ocasión de quemaduras accidentales o la invasión de parásitos intentan resolverse a través de la vacunación. En la Unidad de Investigación de Quemaduras de Birmingham se lograba, en febrero del pasado año, una va cuna antiinfecciosa que, por su ra pidez de acción, podría ser especialmente indicada para las quemaduras graves. En efecto, mientras vacunas que necesitan períodos de unos diez días, no pueden actuar en el caso de personas afectadas por estas quemaduras, la va cuna lograda en el centro sanitario citado de Birmingham consigue una plena efectividad en veinticuatro horas.

Sopesar los riesgos

Pero los peligros y los riesgos están también ahí, frente al mundo de las vacunas. Hechos como la muerte, en Estados Unidos, de 36 personas a las pocas horas de serles administrada la vacuna contra la nueva gripe que amenazó a aquel país el año pasado, y los trastornos secundarios de la vacunación contra la tosferina, detectados al en el Reino Unido, ponen e candelero la cuestión de que mejora lleva consigo un riesgo trata, pues, de sopesar unos y o En el caso de la actual campaña británica, el ministro de Servicios Sociales, David Ennals, aseguró recientemente ante el Parlamento que el riesgo derivado de la vacunación es mínimo y, desde luego inferior al de la propia enfermedad. Pero este criterio oficial no compartido por algunos pedia y cientos de miles de padres, que vienen negando insistentemente vacunar a sus hijos contra la tosferina, limitándose a inmunizar con la llamada vacuna bivalente lugar de la trivalente que actualmente se emplea, con la cual se intenta inmunizar contra la tosferina, el tétanos y la difteria, a la vez.La recomendación del Departamento de Sanidad británico por los pediatras del país que estén muy atentos a cualquier reace negativa a la vacuna infantil con la tosferina. Se ha enviado a los pediatras, médicos, familiares y enfermeras del país una detallada lista de los síntomas que puede surgir como consecuenciade la vacuna.

La respuesta de la sanidad social británica indica que no de vacunarse indiscriminadamente contra la difteria a nadie que te, más de diez años, ni adminisi dosis de refuerzo contra el téta dentro de los doce meses siguier a la primera inmunización. R pecto a la gripe, se recomienda vacunar a personas sensibles a huevos y sus derivados. En cua 'á1 sárampión, el informe esti que puede ser fatal para quiel, padezcan eczemas y úlce cutáneas. No obstante todo ello, autoridades sanitarias estiman c puede seguirse adelante con programas masivos de vacunacii -que deben ser estimulados sin titubeos.

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