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Ford presenta al Congreso un presupuesto militar incrementado en el 25%.

Un incremento del 25% en el capítulo del presupuesto de Defensa, destinado a la compra de nuevo equipo bélico para el próximo año fiscal, es parte de la herencia que Gerald Ford deja a su sucesor en la Casa Blanca, Jimmy Carter.

Dentro el presupuesto de Defensa, presentado el lunes por Ford al Congreso, por un importe total de 112.000 millones de dólares (casi ocho billones de pesetas) se prevé un aumento de 35.000 millones de dólares en la suma destinada a compras de armamento. Concretamente, la administración republicana, que dejara el poder mañana jueves, cree necesaria la adquisición de veintiséis nuevos buques de guerra, 697 aviones de combate, 3 000 tanques y 45.000 misiles.

Entre las compras aconsejadas por Ford se incluyen dos submarinos nucleares Trident, capaces de disparar desde el fondo del mar veinticuatro cabezas atómicas cada uno a diferentes objetivos. El Trident, cuya primera prueba estaba programada para ayer en Cabo Cañaveral. Florida, tiene la altura de un edificio de cuatro plantas y la longitud de dos campos de fútbol.

En la lista del nuevo armamento que se incluye en el presupuesto de Defensa se encuentra también el polémico bombardero supersónico B-1. La decisión final sobre si se fabrica en serie, o no. este aparato, destinado a sustituir a los B-52 actualmente en servicio, deberá ser tomada en febrero. Ford fue un claro defensor de este superbombardero, mientras que Carter se mostró, durante la campaña electoral, muy crítico hacia el mismo.

Otra importante parte del capítulo destinado a la compra de armamento está dedicada a la Marina que, según los planes de Ford, debe ampliarse en seiscientos navíos para 1990, desde los 675 con que cuenta actualmente. En una primera etapa se construirán veinticinco nuevos barcos, entre ellos el destructor Aegis, destinado a la escolta de convoyes.

El Pentágono, que se queja constantemente de los recortes que produce la inflación en el dinero destinado a gastos militares, pretende también ampliar en dos divisiones el ejército de tierra y en tres alas la Fuerza Aérea.

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El próximo año fiscal norteamericano comienza en octubre. Durante el ano fiscal presente, el presupuesto de Defensa fue de 104 millones de dólares (8.000 millones menos de lo propuesto por Ford para el próximo) y fue el mayor de la historia de Estados Unidos.

En un folleto editado por el Pentágono se detallan las compras que los militares norteamericanos piensan hacer en el próximo año fiscal con el presupuesto previsto.

El secretario de Defensa cesante, Donald Rumsfeld, justificó este aumento del presupuesto militar el incremento del arsenal norteamericano a causa de lo que llamó el continuo crecimiento del Ejército soviético. El presupuesto militar de la URSS, es según Rumsfeld, un 35% más alto que el de Estados Unidos.

En total, el presupuesto federal presentado por Ford al Congreso prevé un gasto de 440.000 millones de dólares, lo que provocará un déficit al Estado de 47.000 millones,

La nueva administración, que se hará cargo del poder mañana, tiene un plazo de aproximadamente un mes para modificar este presupuesto federal elaborado por sus antecesores, antes de que pase a ser discutido en el Congreso. Sin embargo, la opinión más extendida es que los demócratas se limitarán a hacer pequeños retoques en el presupuesto de Ford y que estos apenas afectarán a los gastos destinados a Defensa.

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