Malestar en Vizcaya por la muerte de un joven en Sestao
Un joven de quince años, Juan Manuel Iglesias Sánchez, resultó muerto el domingo en la población vizcaína de Sestao a causa de una insuficiencia cardiovascular, producida mientras saltaba por unos patios interiores tratando de huir de las violentas cargas que practicaba la fuerza pública -Guardia Civil y Policía Armada- después de disolver una manifestación pro amnistía total.
Como resultado directo de la acción policial, otro joven de diecisiete años hubo de ingresar en la Residencia Sanitaria de Cruces con fuertes contusiones en antebrazo y hemitórax derechos. Al menos otras tres personas más hubieron de ser atendidas también en el Ambulatorio de Sestao, por fractura de costillas, lesiones en la cabeza y golpes en el estómago causados por culatazos.Según la autopsia, practicada a media tarde de ayer en el Hospital Civil de Bilbao por cuatro facultativos, en presencia del juez decano de primera instancia, la muerte del joven Iglesias Sánchez se produjo por causas naturales y como consecuencia de una insuficiencia cardiovascular, sin que se le hayan apreciado lesiones de origen traumático.
Enfrentamientos
En la tarde de ayer, a partir de las siete y media, en Sestao, Portugalete y Santurce se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes que trataban de protestar por la muerte de Juan Manuel Iglesias, y la fuerza pública, que había ocupado la primera de estas poblaciones. A consecuencia de tales enfrentamientos, al menos dos manifestantes tuvieron que ser atendidos en la Residencia Sanitaria de Cruces. A las diez de la noche de ayer uno de estos policías era intervenido quirúrgicamente.Los hechos que han originado, aunque sea de manera indirecta, esta nueva muerte se iniciaron hacia la 1.30 de la tarde del domingo. Unas 3.000 personas participaron en una manifestación a favor de la amnistía total que se inició en la iglesia de Nuestra Señora de Begoña, coincidiendo con la salida de las 110 personas que habían permanecido encerradas desde el sábado por la noche.
En el momento en que se iba a leer un comunicado en euskera, la concentración se disolvió precipitadamente ante la presencia de numerosos contingentes de la Guardia Civil y la Policía Armada. Hasta pasadas las tres de la tarde, la fuerza pública se empleó con una inusitada dureza para disolver cualquier pequeño grupo. Bares y portales fueron repetidamente desalojados, de forma que al menos 10.000 personas, muchas de las cuales se limitaban a tomar el aperitivo en los bares de las cercanías, quedaron incluidos en la «zona de operaciones».
Muchos testigos coincidían ayer en señalar que era la actuación más dura que habían presenciado en Sestao, escenario, por otra parte, habitual de manifestaciones y enfrentamientos con las fuerzas del orden.
En uno de los establecimientos desalojados, unos futbolines situados a unos cincuenta metros del lugar de la manifestación, se encontraba el joven fallecido; la fuerza pública obligó a salir a todos los que se encontraban en su interior porque consideraba que algunos manifestantes se habían refugiado allí.
Esta fue la versión que pudimos conocer en el propio escenario de los hechos, aunque no coincide con uno de los puntos de la nota oficial del Gobierno Civil de Vizcaya, en la que se dice que la fuerza pública no actuó en la calle Villar y Villate, siendo el lugar más próximo de sus acciones la plaza de España y la avenida de José Antonio. Concluye la nota señalando que «en modo alguno pudo existir enfrentamiento o contacto con dichas fuerzas por parte del fallecido joven».
Pese a esta aseveración, hay que señalar que el joven accedió al patio en el que fue encontrado, semiinconsciente, a través del portal número 5 de la avenida de José Antonio.
Prácticamente todas las organizaciones políticas vascas han suscrito comunicados individuales protestando por la actuación de las fuerzas del orden contra una manifestación pacífica en favor de la amnistía.
Por otro lado, diecisiete formaciones de izquierda, políticas y sindicales -con la única ausencia de los partidos nacionalistas moderados-, decidieron ayer tarde, tras una laboriosa reunión, sumarse al manifiesto hecho público por la asamblea de Babcock Wilcox, en el que, entre otras cosas, se convoca a una huelga general para hoy, como forma de protesta y para evitar que hechos como los del domingo pasado puedan repetirse.
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