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Finalizó la Asamblea Nacional del Partido Liberal

Con el discurso de su secretario general, Enrique Larroque, se clausuró ayer la primera asamblea nacional del Partido Liberal (PL), celebrada en un hotel madrileño. Durante la reunión fueron debatidas y aprobadas diversas ponencias, cuyas conclusiones se harán públicas en breve.

También fue ratificado el comité ejecutivo del partido, que permanecerá en funciones hasta la celebración del próximo congreso. Está compuesto, además del señor Larroque, por los secretarios generales adjuntos José Luis García de la Mora, José Ignacio Monedero y Bernardo Rabassa.En su discurso, Enrique Larroque aludió a la vigencia y enraizamiento en el pueblo de los ideales liberales, debido a que el liberalismo es una fuerza operativa en el escenario político, cuando muchos la creían muerta. Dijo también que los pueblos de España quieren clarificación, por lo que sólo las alianzas de ideologías compatibles son válidas.

Añadió que el PL es liberal en lo político, en lo social, en lo económico y en lo cultural, y que por tanto la única alianza democrática que quiere y puede alcanzar es aquella que no ponga en peligro el rumbo de sus ideales.

Hizo después una historia del liberalismo español, y dijo que éste nació de una lucha entre centralismo y descentralización, entre despotismo y ansia de liberación. Afirmó a continuación que repugna ver a muchos líderes del autoritarismo colocándose rótulos liberales, cuando debían llamarse defensores del franquismo, y añadió que éste es inviable después de la muerte de Franco, aunque se pueda admitir la existencia de una fuerza política franquista.

La alternativa entre dictadura y libertad va a dilucidarse en España en los próximos dos o tres años, según dijo, porque las elecciones de la próxima primavera sólo serán, en el mejor de los casos, predemocráticas, dado que entonces, afirmó, no existirán todavía las condiciones de las democracias occidentales. Señaló, no obstante, la importancia de los comicios, sobre todo si hay negociaciones entre el Gobierno y la oposición. Dijo después que las banderas del PL son la lucha por las regiones y los sectores sociales marginados, contra la corrupción y contra el estancamiento económico, y la recuperación de la confianza de los pueblos en sí mismos, perdida por el aislamiento de un mundo que nos necesita.

Terminó afirmando que la situación económica actual es la herencia más dura que deja el autoritarismo, y ofreciendo como opciones políticas la consecución de la estabilidad política y económica, con un salto adelante en esta faceta, la modernización de la estructura social y la liberación cultural.

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En el acto estuvieron presentes representantes de partidos socialdemócratas, liberales y democristianos, entre ellos los señores Satrústegui, Camuñas y Garrigues -liberales-, Fernández Ordóñez -socialdemócrata-, Cortezo y Herce -democristianos- y Cabanillas, del Partido Popular, que añadieron unas palabras al acto.

Los invitados liberales hablaron en general de la necesidad de ganar los votos a los socialdémócratas y democristianos, y de que todos los partidos adopten una actitud liberal, que defendieron como un movimiento popular. Por el contrario, el democristiano Cortezo dijo que los votos han de buscarlos juntos los socialdemócratas, liberales y democristianos, mientras Pío Cabanillas expuso la necesidad de plantearse una actitud común ante ciertos acontecimientos que se avecinan.

El señor Larroque contestó a estas intervenciones manifestando que socialdemócratas, democristianos y liberales deben ir juntos a las elecciones, como único medio de «quitarnos de encima -dijo- esa pesadilla de continuidad del Régimen que es Alianza Popular».

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