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Confirmada la desaparición del Super Ser

No ha pasado ni un día desde el final de la Vuelta a Cataluña, y como prometió, Ignacio Orbaiceta, patrón de Super Ser, anunció que disolvía el equipo profesional para la próxima temporada. Unicamente continuará la firma con dos equipos aficionados. Los rumores, que habían sido tan insistentes como casi firmes, se han cumplido al pie de la letra. Una nueva tanda de los de más nombre, que ya han encontrado colocación casi segura, quedarán al cabo de la calle. La historia, pues, se repite. El tinglado comercial sobre el que está montado el ciclismo profesional en la actualidad no es tan fácil de sostener sólo por afición. Orbaiceta, antiguo corredor y naturalmente un hombre con el veneno del ciclismo en las venas, sólo ha resistido dos años con pérdidas. Resulta algo curioso -porque ya era evidente- que con la noticia de la desaparición oficial del equipo venga otra del departamento comercial de la casa, en la que se indican los estudios hechos sobre la rentabilidad de mantener el equipo ciclista. Ultimamente, se han comprobado como totalmente negativos. Ante el poderoso caballero, claro, ninguna afición puede. Esperemos ahora para ver qué hombres se colocan y cuáles se incluyen en el paro.Por lo pronto, Luis Ocaña, el jefe de Fila que tanto ha decepcionado en conjunto, ya se ha apresurado a firmar por el equipo holandés Frisol. Es otra cosa original. Resulta que hace un año el Frisol estaba a punto de desaparecer y como mal menor quería vender a Kuiper, su mejor hombre, al mejor postor. Como lo colocó en el Raleigh y parece que se aliviaron algo los problemas económicos, el equipo continuó. Ahora, con unos fines que se vuelven a trocar infinitamente más publicitarios que deportivos, feha a un Ocaña en declive total.

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