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Preocupa la constante violación de los derechos humanos en el mundo

La sesión de clausura, que presidió el ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja Aguirre, se dedicó fundamentalmente a la exposición de las conclusiones a las que habían llegado los diversos comités que habían estudiado el Arbitraje Comercial Internacional, el Derecho Aéreo, el terrorismo internacional, el Derecho Monetario Internacional, los Recursos Hidráulicos, el Derecho del Espacio, el Derecho Médico y Humanitario Internacional, el Derecho Marítimo, los Accidentes de Tráfico Internacional, los Derechos Humanos, los Estados sin Litoral y el Medio Ambiente. La sesión plenaria de la conferencia aprobó varías resoluciones adoptadas sobre estos temas.Los temas del terrorismo internacional, y sobre todo el de los Derechos Humanos, fueron los que despertaron más interés en la conferencia. Respecto al primero, la conferencia se planteó el tipo de control que pudiera adoptarse contra el terrorismo internacional señalando la urgencia y la necesidad de una medida legal efectiva, que pudiera ser un proyecto de convenio y que, en su día, sería adoptado por los diferentes países. En las conclusiones sobre el tema se pone de manifiesto que no debe haber excepciones en el convenio sobre delitos terroristas cometidos en cualquier lugar del mundo, por razones políticas. Sin embargo habría que considerar como posible atenuante el caso de que el autor del delito hubiera sido objeto de persecución o malos tratos por parte de un determinado Estado.

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Ha quedado designado para un posterior estudio el proyecto de creación de un tribunal especial internacional que conozca esta clase de delitos, y que, al ser internacional, pueda evitar posibles presiones políticas en los juicios. La conclusión definitiva sobre el tema es que queda para resolución del Comité la elaboración de un proyecto de Convenio Internacional único sobre el control del terrorismo.

Derechos Humanos

El tema que más interés ha despertado en los participantes de la conferencia, hasta el punto de necesitar dos sesiones de trabajo para lograr alguna conclusión práctica, ha sido el de los Derechos Humanos. El comité de Derechos Humanos destacó la reciente entrada en vigor de los Convenios Internacionales de los Derechos Humanos elaborados por las Naciones Unidas, a los que España va a adherirse según una reciente declaración del Gobierno, ratificada ayer en la clausura de la conferencia por el ministro de Asuntos Exteriores. Estudió también la necesidad de ampliar el número de estados firmantes de tales convenios, el perfeccionamiento de los mecanismos encaminados a asegurar la efectiva aplicación de los mismos y los recientes acontecimientos relacionados con la protección internacional de los Derechos Humanos relativos a grupos sociales concretos, como es el caso del Sahara Occidental, Namibia, Timor y otros.

La Asamblea adoptó, sobre el tema de los Derechos Humanos dos resoluciones: la urgencia de que todos los países pongan en práctica los acuerdos adoptados por la ONU en esta materia, que entraron en vigor en marzo de 1976, y la aprobación del plan de trabajo del Comité que prevé la creación de cuatro subcomités que estudien estas tareas bajo la coordinación del profesor Lillich.

El doctor Richard Lillich, profesor de la Universidad de Virginia y ponente de la Comisión de Derechos Humanos, ha explicado a EL PAIS en qué consisten estos subcomités y ha respondido también a diversas cuestiones relacionadas con la actualidad de los Derechos Humanos. «Los cuatro subcomités tenderán fundamentalmente: primero; a movilizar a la opinión pública para reforzar la aplicación de los Derechos Humanos; segundo, a desarrollar los Derechos Humanos en Europa siguiendo la declaración de Helsinki (hay que destacar aquí el adelanto que supone que Portugal haya solicitado el ingreso en el Consejo de Europa después de que Grecia volviera a él); tercero, a estudiar los problemas regionales de los Derechos Humanos y cuarto, el encaminado a asegurar en lo posible la igualdad de la aplicación de los Derechos Humanos en todos los países».

Según el profesor Lillich las diferencias de aplicación de los Derechos Humanos dentro de los países industrializados estriba por ejemplo en la libertad de prensa existente en cada país y a un nivel más amplio, internacional, en el trato discriminante a unas personas y países. A algunos países se les reprocha constantemente el que estén violando los Derechos Humanos, mientras que otros países parece que tienen derecho de bula. Sin embargo, los países que tienen un mayor nivel de exigencia en cuanto a la aplicación de los Derechos Humanos son los 18 países europeos miembros del Consejo de Europa y, dentro de los mismos, aquellos que han firmado el acuerdo de someterse a una jurisdicción de aplicación de esos derechos. «Según ese acuerdo -ha explicado a EL PAIS el profesor Truyol y Serra, especialista en Organizaciones Internacionales y en Derecho Internacional- cualquier persona sujeta a la jurisdicción de estos países pueden recurrir, una vez agotada la vía interna, ante la Comisión Europea de Derechos Humanos, como consecuencia de lo cual la Corte Suprema puede resolver, políticamente a través del Comité de Ministros del Consejo de Europa o jurídicamente por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El profesor Lillich se muestra pesimista respecto a las violaciones de los Derechos Humanos que, en su opinión, se están produciendo con mucha frecuencia en el mundo de hoy, y de forma más severa en unos países que en otros, según el tipo de Derechos Humanos de que se trate. Concretamente el ponente del Comité de Derechos Humanos de la ILA considera que en el caso del Sahara Occidental, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Europa han omitido el principio de autodeterminación del Sahara, permitiendo que España, Marruecos y Mauritania intervinieran en el traspaso sin un plebiscito. (Durante la conferencia el señor Lillich ha recibido, un telegrama de felicitación de los juristas españoles amigos del Sahara por haberse ocupado de los Derechos Humanos en el Sahara.

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