Álvaro Morata, el chico de los goles importantes
La última vez que el delantero español había marcado en Champions en el Bernabéu fue en 2015 y su tanto echó al Madrid de Ancelotti y clasificó a la Juve para la final
Su novia (italiana) le esperaba este miércoles, tras el partido, en casa, así que Álvaro Morata fue uno de los más rápidos en pasar anoche por la zona mixta del Bernabéu. Duchado y con voz y cara de niño feliz. Había marcado el gol de la remontada del Madrid (2-1 al Sporting) en el último suspiro. Y no es la primera vez que marca goles que pesan toneladas en la Champions. El último que había anotado en el Bernabéu, por cierto, fue en mayo de 2015. Fue el del 1-1 que echó al Madrid de Carlo Ancelotti y clasificó a la Juve para la final de Berlín ante el Barça.
“Me acuerdo, claro que me acuerdo”, decía Morata recordando que volvió al Madrid para vivir noches como las de ayer. De los cinco tantos europeos que marcó en su primera temporada (2014-15) con la Juve, tres fueron decisivos. Además del gol en la vuelta de las semifinales contra el Madrid, también marcó el que abrió el marcador en la ida en Turín (2-1 para los bianconeri). Meses antes, en febrero, firmó el gol de la victoria en casa contra el Borussia después del empate de Reus en la ida de los octavos. En Berlín, en la final, se concedió el lujo de marcarle y empatarle (momentáneamente) al Barcelona.
El año pasado, siempre con la Juve, anotó dos goles en Champions, ambos decisivos. En Manchester –primer partido de la fase de grupos- los de Allegri iban perdiendo 1-0 exactamente igual que el Madrid anoche y Morata firmó el 1-2 en el minuto 81. En el siguiente partido, en casa contra el Sevilla, abrió el marcador en la victoria por 2-0.
“Siempre he soñado con noches como esta. Mi sueño es jugar y triunfar aquí, por eso he vuelto, para intentar meter estos goles importantes. Es muy importante para mí”, comentaba anoche Morata que en la Juve tuvo un aprendizaje acelerado. Aprendió a meter el cuerpo, se curtió en campos complicados y se hizo un delantero más completo y más maduro.
Contra el Sporting, por primera vez en la temporada, empezó el partido desde el banquillo (Zidane eligió a Benzema de titular). “Fue mi primer partido de suplente y he metido el gol más importante… si tengo que salir desde el banquillo y hacer goles, pues también cuenta”, aseguraba el delantero de 23 años que se estrenó en Liga contra el Celta y al que se le vio incómodo el sábado contra Osasuna ya que con Bale y Cristiano no tiene tantos espacios.
No es de marcar 20 goles por temporada, pero sí de marcar tantos puntuales y decisivos. “No te puedes relajar aquí, aunque salgas de suplente tiene que estar preparado y tienes que estar bien físicamente. Y lo estamos. Se nota que matamos por la camiseta y que salimos a darlo todo por este equipo”, contestaba cuando le preguntaron por los cambios de Zidane que hicieron reaccionar al Madrid.
El técnico francés repetía un día sí y otro también durante la pretemporada que no le preocupaba que Morata no estuviese marcando. Que los goles llegarían. ¿Es un jugador que tiene duende para marcar en momentos especiales?, le preguntaron anoche. “Sí, y lo pienso independientemente del gol de hoy. A un delantero le pides que meta goles, claro, pero yo estoy contento con su trabajo. Álvaro defiende bien, se mete y cuando entra desde el banquillo hace lo mismo. Hoy ha marcado él la diferencia, mañana será Karim [Benzema] y pasado otro. Lo bueno es que tengo a muchos jugadores que pueden marcar las diferencias, no todos los entrenadores tienen los mismos recursos”, contestó Zidane.
Una llamada suya diciéndole que contaba con él y que iba a ser importante para el equipo, terminó convenciendo Morata a abandonar la Juve, volver a casa y no hacer caso a las ofertas de otros equipos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.