“Hemos sido valientes”
Guardiola elogia la personalidad del Bayern en su primera derrota como técnico en el Bernabéu
“Aquí, en el Bernabéu, la mayoría de equipos se asustan y nosotros hemos sido valientes”. En su primera derrota como entrenador en el Bernabéu tras ocho visitas, Pep Guardiola, de 43 años, compareció sosegado en la conferencia de prensa, esbozando media sonrisa, dándole vueltas al partido, tratando ya de encontrar las claves para remontar en el Allianz.
En eso, en la actitud de sus jugadores, el entrenador del Bayern estaba satisfecho. Otra cosa fue por qué su equipo encontró tan pocos espacios en la defensa madridista. “Tiene muy buena defensa. Estoy muy orgulloso de mi equipo por cómo hemos jugado. Es difícil venir aquí al Bernabéu y jugar con esta personalidad. Hemos fallado en los últimos pases, pero tenemos una oportunidad en nuestro campo de remontar”.
En la línea de sus charlas cuando era entrenador del Barça y visitaba el Bernabéu, Guardiola arengó a sus futbolistas para que fueran osados en Chamartín. “Les pedí que fueran grandes, futbolistas de verdad, que presionaran a Pepe, a Casillas, que fueran valientes, que tuvieran coraje, que defendieran el nombre del Bayern, que respetaran a la gente que nos ve”. A continuación, el preparador catalán del Bayern repasó las características de su rival, remontándose a muchos años atrás, a los sustratos culturales del fútbol madridista. “El Madrid está hecho y diseñado desde que soy jugador para el contraataque. Si tú no quieres el balón… Son futbolistas, pero son atletas, y se les dejas correr, es un riesgo. Es el mejor equipo a la contra en el mundo. Es su cultura. Salvo la Quinta del Buitre, con posesiones más largas de balón, un poco menos con Pellegrini, el Madrid siempre ha sido un equipo sólido, con sus delanteros descolgados, que te espera y te hace contras”.
Hemos tenido suerte de recibir un solo gol”, dijo Beckenbauer, crítico con el entrenador
El Bayern asumió muchos riesgos al posicionarse en el campo del Madrid, dejando 40 metros a sus espaldas, facilitando las salidas en estampida de los velocistas blancos. Pero con eso contaba Guardiola. “Pensaba que el partido iba a ser igual como ha sido. Es imposible controlar sus contraataques durante 90 minutos. Es un equipo muy completo, con gran experiencia, con grandes campeones del mundo. Modric no solo tiene pase, sino también regate. Y se nos complica mucho la eliminatoria al no haber podido marcar”.
A Guardiola solo se le torció el gesto cuando un periodista le informó de unas declaraciones recientes, salidas del horno, del presidente honorífico del Bayern, el mítico Franz Beckenbauer. El Kaiser es una china en el zapato del entrenador catalán, siempre con una crítica o un reproche sobre el juego del conjunto bávaro, contrario al estilo de dominio del balón propugnado por el exentrenador del Barça. “Hemos tenido suerte de recibir un solo gol”, se quejó esta vez Beckenbauer. ¿Qué dice a eso? “Pues que tiene razón: el Madrid ha tenido más ocasiones”. Lo dijo Pep con una mueca de desagrado, expresando un hartazgo ante los dardos de la leyenda del campeón alemán. Al respecto, el técnico volvió a pedir tiempo para desarrollar su trabajo, como en la víspera, porque entiende que su alemán no es lo suficientemente bueno para comunicarse como querría con sus jugadores. Y porque, dijo, está aprendiendo cada día de ellos.
Aún así, para la vuelta, Guardiola se reserva una bala. Le dará cientos de vueltas a la cabeza. “Podemos jugar más abiertos porque es cuestión de vida o muerte”, advirtió. Aunque eso suponga multiplicar los riesgos. “Si buscamos más al Madrid, si planteamos una ida y vuelta, tendremos más ocasiones, pero ellos también. No quería perder la eliminatoria aquí por ir completamente al ataque porque este equipo te penaliza a la contra. Se habla mucho del fútbol vertical, pero cuando más rápido la bola va, más rápido vuelve”.
“Te equivoquis, pots fer-ho en català [te equivocas, puedes hablar en catalán]”, defendió Pep al periodista que le había comunicado la oposición de la UEFA a expresarse en su lengua. Pep respondió en catalán y él mismo se tradujo al castellano.
Guardiola se sabe especialmente antagonista en Chamartín, pitado desde el primer momento, al escuchar su nombre por megafonía, y también durante el encuentro, cuando recogió un balón con las manos. Pero intentó transmitir una calma que ni siquiera pudo alterar Beckenbauer. “Lo vamos a intentar, seguro, teniendo la oportunidad de estar en Lisboa”, remató Guardiola.
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