Kimi para apretar a Alonso

Cinco años y un finiquito de 20 millones después, Kimi Raikkonen (Finlandia, 1979) volverá a enfundarse el mono de Ferrari a partir de la temporada que viene, esta vez como compañero de Fernando Alonso. La Scuderia certificó este miércoles el regreso del finlandés como sustituto de Felipe Massa, que el martes anunció que en Brasil (24 de noviembre) concluiría una relación que ha durado ocho años. Este desenlace parecía inconcebible hace solo unos meses, pero en los últimos días, especialmente durante el pasado Gran Premio de Italia, comenzó a coger cuerpo y finalmente se cerró el lunes. El vínculo entre ambas partes es de dos años, con unos emolumentos que rondan los 15 millones anuales más un variable en función de los resultados —Alonso cobra unos 23—. Este movimiento provocará un considerable ajetreo en el mercado que puede llevar a Nico Hulkenberg a ocupar la vacante que Kimi deja en Lotus, a la espera de saber qué opciones se le presentan a Massa.

La expiración del contrato de Raikkonen con Lotus y las dudas a nivel técnico y económico que le generaba el proyecto de la estructura de Enstone (Gran Bretaña) le han vuelto a llevar a Maranello, de donde se fue por la puerta trasera en 2009 después de recibir una indemnización mareante, curiosamente para dejarle hueco a quien será su vecino a partir de enero, Alonso. De esta forma, el taller de il cavallino rampante dispondrá de una pareja de campeones, dos títulos para el asturiano (2005 y 2006) con Renault por uno del nórdico (2007), el último que hasta el momento ha conseguido Ferrari.

La Rossa no competía con dos corredores con al menos un título en su palmarés desde 1953, cuando coincidieron Nino Farina y Alberto Ascari. Los 33 años que tiene Raikkonen y los 32 de Alonso les convertirán en la dupla más veterana de la parrilla.

Si este desenlace era hasta hace poco absolutamente impensable era, principalmente, por el peso específico del español como punta de lanza del equipo. Sin embargo, la cuerda que unía ambas partes se ha tensado últimamente, y prueba de ello es el bocinazo que públicamente le soltó Luca Cordero De Montezemolo, el presidente, antes del verano. El ejecutivo le recordó que cuando uno corre para Ferrari el bien común prevalece siempre por encima de las individualidades, y que había alguna que otra actitud en Alonso que no le había gustado.

El equipo no juntaba a dos ganadores del Mundial desde Farina y Ascari en 1953

“Estoy encantado de volver a Maranello, donde pasé tres años fantásticos [2007-2009]. No veo el momento de ponerme al volante de un coche de il cavallino, de reencontrarme con gente a la que me unen unos lazos muy especiales y de trabajar junto a Fernando, un gran piloto, para ofrecerle al equipo los éxitos que se merece”, declaró Raikkonen en la nota oficial.

Alonso también empleó las redes sociales para despedirse de Massa y desear suerte a quien le relevará: “Me gustaría dar la bienvenida a mi nuevo compañero de viaje. Juntos, a partir del año que viene, vamos a tener que hacer frente a un reto técnico y deportivo muy exigente. También quiero darle las gracias a Felipe, un amigo del que me será muy difícil despedirme en Brasil”.

El fichaje es un volantazo a la fórmula de unir un primer espada y un escudero

Con la incorporación del piloto de Espoo, una de las estrellas del certamen, Montezemolo persigue un triple objetivo: dejar bien claro quién manda; aumentar la cuenta de puntos en el Mundial de constructores y, a la vez, apretarle las tuercas al ovetense, que va a encontrarse al lado a alguien capaz de rodar tan rápido como él o incluso más. Está por ver, en cualquier caso, cómo encajará el Hombre de Hielo en un ecosistema que hasta ahora manejaba a su antojo el actual subcampeón. En este punto adquiere importancia el paso de Alonso por McLaren (2007), donde se encontró con Lewis Hamilton, un novato con un talento extraordinario, una pareja que terminó como el rosario de la aurora. En todo este asunto también llama la atención el volantazo que ha dado Ferrari, que en los últimos años había apostado claramente por la fórmula de contar con un primera espada y un fiel escudero para evitarse problemas.

Con Alonso y Raikkonen, los ingenieros dialogarán con dos corredores con una sensibilidad muy preciada en la F-1 y que, a la vez, pueden hacer un diagnóstico de lo más preciso del comportamiento del coche. Todo ello en medio de los cambios que sufrirá el reglamento técnico el próximo curso. Kimi y Alonso prometen emociones fuertes.