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Un grupo atraca y amordaza a mayores a la salida de misa

La policía inicia un plan para intentar arrestarlos

F. Javier Barroso

La Policía Nacional ha puesto en alerta a los agentes de todas las comisarías de la capital para intentar atrapar a un grupo que se dedica a seguir, atracar y amordazar a mujeres mayores a la salida de misa. Los ladrones utilizan una gran violencia y no dudan en dar palizas a sus víctimas hasta que consiguen que les digan dónde guardan el dinero y los objetos de valor que guardan en sus viviendas. Los investigadores temen por las vidas de las mujeres dada la agresividad que han llegado a utilizar en alguna ocasión, según fuentes policiales.

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Los agentes de Policía Judicial han trazado ya la forma de actuar que tiene este grupo. Se apuestan a la salida de las iglesias y se fijan en mujeres que vayan solas y que no sean muy corpulentas. Después las siguen de forma disimulada sin que sus víctimas se percaten de su presencia. Justo cuando se van a meter al portal, se cuelan detrás de ellas y las siguen hasta sus viviendas. Cuando van a abrir la puerta, las empujan al interior y las amordazan para que no puedan pedir ayuda. En ocasiones las abordan ya desde el descansillo, en el propio ascensor o en las escaleras.

Los atacantes han cometido ya varios asaltos (algunas fuentes hablan de siete u ocho, como mínimo). Para ello siempre eligen las tardes de los viernes y los sábados y domingos de doce de la mañana a cuatro de la tarde. Esto ha hecho suponer a los policías que pueda ser algunos presos ya condenados que gocen de permisos de fin de semana. De esta forma, solo podrían actuar mientras están fuera de prisión. Otra opción que barajan los agentes encargados de las pesquisas es que aprovechen estos horarios para colarse en los edificios cuando no trabajan los conserjes de las fincas.

Latina y Carabanchel

Este grupo ha actuado en distintos distritos, como Latina, Carabanchel y Retiro, entre otros, pero no descartan que se puedan mover por toda la capital e incluso que vayan a municipios limítrofes. “El problema en este caso es que son muy difíciles de detectar y de evitar este tipo de robos porque van cambiando continuamente de lugar”, reconocen mandos policiales.

La situación ha creado bastante alarma en la Jefatura Superior de Policía de Madrid, debido a que los asaltantes están empleando cada vez más violencia con sus víctimas conforme avanzan los atracos. Esta agresividad unida a la avanzada edad de las mujeres hace que alguna pueda sufrir lesiones muy graves que le lleguen a costar la vida. Tampoco descartan que padezcan un paro cardiaco dado su estado de salud.

El modus operandi de este grupo hace que sea muy difícil que las víctimas puedan ofrecer detalles certeros de sus atacantes. Primero, suelen atacarlas por la espalda, con lo que resulta imposible que les vean. Después, las asustan y se tapan para que no les puedan describir. “Al no tener datos certeros de cómo van o de cómo visten, resulta bastante difícil saber contra quien nos enfrentamos”, añaden algunas fuentes.

Los botines que obtienen consisten en hacerse con todos los objetos de valor que haya en la vivienda, en especial el dinero en efectivo y en las joyas. No suelen llevarse objetos voluminosos, que pasan menos desapercibidos y que resultan mucho más difíciles de colocar en el mercado negro.

La semana pasada hubo una reunión en la Jefatura Superior de Policía de Madrid entre los responsables de los grupos de Policía Judicial y los de Seguridad Ciudadana de las 18 comisarías de la capital para informarles de la peligrosidad de este grupo. Una de las medidas que plantearon los mandos es que se refuerce la vigilancia de las iglesias y de los edificios limítrofes durante los días en los que suele operar este grupo.

También se planteó alertar a los porteros y a las posibles víctimas para que estén alerta de personas que les puedan seguir cuando salen de misa, en especial los viernes, dado que ahora anochece mucho antes.

Otra línea de investigación que suele utilizar la policía en estos casos es controlar las casas de empeño y de compraventa de oro para intentar localizar las alhajas sustraídas a estas mujeres y a través de estas pistas llegar hasta los autores de los robos.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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