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La “chapuza” hotelera de los Pujol

Cuatro hijos del expresidente catalán emitieron facturas falsas a petición del empresario José Manuel Solà para cobrar una deuda

Jesús García Bueno
Oleguer Pujol Ferrusola, en el despacho de sus abogados, en Barcelona.
Oleguer Pujol Ferrusola, en el despacho de sus abogados, en Barcelona. Gianluca Battista

Un exsocio del exministro de Economía Rodrigo Rato ha metido a cuatro de los siete hijos del expresidente catalán Jordi Pujol, sin buscarlo, en un nuevo embrollo judicial. La Audiencia Nacional abrió la semana pasada una investigación por delitos graves (corrupción, falsedad documental) contra Josep, Jordi, Pere y Oleguer Pujol Ferrusola a propósito de un negocio menor; una “chapuza” a la que se prestaron para que Josep pudiera cobrar una deuda al exsocio de Rato, el empresario hotelero José Manuel Solà.

El último lío de los Pujol arranca en un paraje idílico: Nin de Beret, la zona más lujosa de la estación de esquí de Baqueira-Beret, en el Pirineo catalán. Josep Pujol poseía una participación de 12.000 euros (declarada a Hacienda) en la empresa Hotel Xalet Bassibé, que gestionaba un hotel de cuatro estrellas del mismo nombre y de la que es propietario Solà. En 2007, un inversor de Zaragoza compró el hotel por siete millones y Josep decidió liquidar sus relaciones con el exsocio de Rato. Este último acabó pagando al hijo de los Pujol 98.000 euros: 73.000 euros de beneficios por la venta del hotel y, el resto (25.000), como devolución de un préstamo hecho por una empresa de Josep Pujol (MT Tahat).

Solà “impuso sus condiciones” sobre la forma de pago, según fuentes cercanas a la defensa de los Pujol: pidió a Josep que le emitiera no una, sino varias facturas desde otras tantas empresas, y que las remitiera además no a Xalet Bassibé, sino a otra empresa de su propiedad, Bagernorte. El exsocio de Rato “llegó a imponer los conceptos de cada factura”, dicen las mismas fuentes. Con ese “ardid”, agregan, logró pagar menos impuestos, aunque se trata de beneficios fiscales “insignificantes”. La defensa, en cualquier caso, cree que los hechos “son inocuos desde un punto de vista jurídico-penal”.

Josep se plegó a la propuesta para cobrar y emitió una factura por “asesorar” en la búsqueda de comprador para el hotel. Aunque hizo algunas gestiones, lo cierto es que en ningún caso justificaban los casi 68.000 euros que recibió. Para recuperar el resto del dinero, Josep pensó en sus hermanos. Recordó que su empresa, MT Tahat, gestionaba desde 2005 acciones en General Lab para él y para Jordi, Pere y Oleguer. Dedicada a los análisis clínicos, General Lab estaba controlada entonces por la familia Sumarroca, próxima a los Pujol y a Convergència (CDC) y en el epicentro de varios escándalos de corrupción.

El 3 de mayo de 2007, en cualquier caso, la empresa repartió dividendos por las 500 participaciones de MT Tahat. Josep tenía que pagar a sus hermanos. Y les planteó que cobraran a través de Bagernorte, la empresa de Solà. Para hacerlo, les pidió que emitieran una factura de 15.468 euros cada uno de ellos. En esos documentos se detallaban, de nuevo, supuestas asesorías inmobiliarias y medioambientales que, por supuesto, ninguno de los Pujol realizó.

La trampa habría quedado sin más de no ser porque la Policía halló el rastro de esas facturas en el ordenador de Drago Capital durante los registros por la causa abierta contra Oleguer Pujol, el benjamín de la familia. Los agentes concluyeron que esos trabajos están injustificados y el juez Santiago Pedraz investiga ahora a los cuatro Pujol para conocer el origen del dinero.

La idea de invertir en General Lab, por cierto, había partido del primogénito, Jordi Pujol Ferrusola (alias Júnior), que tenía contactos con Carles Sumarroca. Este último está imputado por la Audiencia Nacional por el supuesto pago de comisiones ilegales a Júnior. Otro Sumarroca, Jordi, lo está también por el caso 3%: la empresa Teyco pagó, supuestamente, comisiones a CDC bajo la forma de donaciones a cambio de obra pública. El negocio en General Lab no les ha ido mal a los Pujol: el mes pasado, Jordi, Josep y Oleguer recibieron 1,7 millones de dividendos.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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