_
_
_
_
_

Un lugar para el cetro y la corona

El Rey rubrica este lunes el discurso de su proclamación que mostrará el Palacio Real

El Rey de España inaugura este lunes 6 de octubre la nueva sala del Palacio Real de Madrid que exhibirá a partir de ahora la corona y el cetro reales, símbolos de la Monarquía española. Ambos objetos, de suntuosa hechura, labrados a base de plata y pedrería, permanecían depositados desde hace 34 años en la cámara acorazada de la regia mansión y no eran visibles por el público más que en muy contadas ocasiones. En la nueva sala quedará expuesto asimismo el discurso de proclamación de Felipe VI como Rey de España y que, segun su deseo, será rubricado por él durante la visita.

Por otra parte, Don Felipe visitará también ese día el Centro de Recepción de Visitantes, recién abierto al público el jueves 2 de octubre tras una amplia reforma que ha modificado plenamente su concepto, reubicado sus infraestructuras en clave informática y redistribuido sus servicios. La inversión para estas obras ha sido de 446.702 euros. Hasta el último día del mes de septiembre de 2014, 904.000 personas han visitado el palacio en lo que va de año, lo cual supera en un 13,57% el anterior balance anual, según fuentes de Patrimonio Nacional, organismo estatal que administra los 19 Reales Sitios y que espera superar al final de este año la cifra de 1.030.000 visitantes del pasado 2013.

Antes de la jura de Don Felipe, estos objetos no habían sido expuestos en 34 años

La sala que contendrá ambos objetos suntuarios, hasta el momento cerrada al público, era llamada anteriormente de María Cristina y a partir de ahora se denominara Sala de la Corona. Es paredaña con la estancia que aloja la colección de instrumentos de cuerda stradivarius del Palacio Real, una de las mejores y más completas del mundo. El nuevo espacio destinado a exhibir la corona y el cetro se encuentra ya dispuesto para ser visitado: presidida por una lámpara de araña con deslumbrantes lagrimones, la sala está decorada y lujosamente alfombrada en tonos rojizos, con profusión de tapices, y se encuentra provista de un gran espejo que articula visual y simétricamente la estancia, casi cuadrada, de unos seis metros de lado. Contendrá en el centro de la pieza una gran urna rectangular donde los dos símbolos áulicos, corona y cetro allí depositados, podrán ser contemplados por el público ya dentro del circuito habitual palaciego, tras la inauguración real de este lunes.

Corona y cetro han sido mostradas al público en muy raras ocasiones, la penúltima hace 34 años, durante el traslado desde Roma hasta el monasterio de San Lorenzo de El Escorial de los restos mortales de Alfonso XIII, bisabuelo del rey Felipe VI, y la última vez pudieron ser vistos en el Congreso de los Diputados, el pasado 19 de junio, durante la proclamación y jura de Felipe VI como Rey de España.

Precisamente, fuentes de Patrimonio Nacional informan de que el Rey ha mostrado su deseo de firmar in situ, en la misma sala donde se expondrán ambos objetos regios, el texto del discurso de proclamación por él pronunciado en aquella jornada histórica. Un panel con el texto real rubricado de su puño y letra será exhibido de manera permanente en la misma estancia tras su firma por el Rey.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Más información
El palacio abierto
Donde moraban los reyes
Arreglos en palacio
Un sainete desafinado en torno a un violonchelo Stradivarius
Stradivarius en el Palacio Real

La corona regia, de plata sobredorada, fue fabricada en Madrid en el año 1775 por Fernando Velasco, platero de palacio. Pesa algo menos de un kilogramo, tiene un diámetro de 40 centímetros y un centímetro menos de altura. Está rematada por una pequeña cruz. Su forro textil es de terciopelo rojo muy vivo. En una hipotética subasta, la Asociación Española de Tasadores de Alhajas le atribuiría 100.000 euros como precio de salida, si bien los materiales para su fabricación, en sentido lato, adquirirían un precio cercano a los 6.000 euros. En el Protocolo real español, no existe tradición de imponer la corona sobre la cabeza del monarca, por lo que tal tocado se exhibe únicamente en su dimensión simbólica y representativa.

El cetro, de autor desconocido, data del último tercio del siglo XVII y figura en varios retratos de Isabel II de mediados del siglo XIX. Está rematado por una bola de cristal de roca tallada con rombos; consta de un bastón de casi 70 centímetros de longitud con tres cañones de plata sobredorada, engarzados con granates; el bastón estás salpicado por esmaltes azules y verdes. Se cree que procede del reinado de Carlos II, fallecido en 1700.

Cerca de la urna, ha sido colocado el llamado Trono de Carlos III, un suntuoso sofá de raso carmesí de madera estofada de oro, que muestra en su remate por ambas facies el perfil tallado de aquel monarca del siglo XVIII, considerado como óptimo Alcalde de Madrid. Igualmente, la Sala de la Corona exhibirá el llamado Toisón de Oro de la basílica de Nuestra Señora de Atocha, templo en el cual, desde el siglo XVII, los monarcas españoles acostumbran presentar a sus vástagos ante la imagen de la Virgen María.

Nuevos accesos

En cuanto a los accesos a Palacio, “han sido integrados en un Centro de Recepción de Visitantes, tras ser sometidos a una remodelación profunda para modernizar las instalaciones”, explica José Rodríguez Spiteri, presidente de Patrimonio Nacional, que recorrió las nuevas dependencias acompañado por Alicia Pastor, Gerente del organismo estatal, y de todo el equipo directivo. “Los cambios aplican un concepto nuevo más acorde con la comodidad y el interés de los visitantes”, destaca el presidente. “La diafanidad, la amplitud de espacio y la velocidad de acceso y recorrido son tres de los vectores ahora contemplados para ejecutar esta reforma”, explica.

Tras la remodelación hay una ganancia de más de 300 metros cuadrados de espacio nuevo, con un total actual de 994 metros cuadrados de extensión, distribuidos en dos plantas, para accesos, taquillas, consignas, servicios y tienda-librería, en la baja y la superior, para cafetería y comedor, mas aseos. El cambio conceptual ahora aplicado “está basado en la empatía con el visitante, al que se le ahorrarán tiempos de espera —a veces las colas demoraban la entrada a hora y media, cuando el circuito de acceso ahora no dura más de diez minutos”, subraya la gerente Alicia Pastor.

El cetro y la corona reales en la proclamación de Felipe VI.
El cetro y la corona reales en la proclamación de Felipe VI.Claudio Álvarez

Entre las innovaciones destaca el hecho de que los visitantes podrán acceder al Palacio Real no solo mediante entrada normal sino también con entradas adquiridas por Internet a través de procedimientos online. Por ello, quienes se provean de entradas de este tipo seguirán un circuito autónomo de acceso distinto del habitual y paralelo a este. Muros decorados con capiteles procedentes del propio palacio, nuevos y más amplios servicios y mobiliario a estrenar, jalonarán la estancias ahora reformadas, en las que se incluirá un amplio retrato de los Reyes en metacrilato, además de dos efigies talladas de Cibeles y Neptuno, en evocación de las fuentes madrileñas, y un gran video mural ubicado en la fase final de salida, en el que se podrán contemplar resúmenes filmados de los principales Reales Sitios administrados por Patrimonio Nacional. “Se trata de recordar al visitante que se encuentra en el ámbito singular de un palacio, con evocaciones a los otros Sitios Reales”, según Juan Carlos de La Mata, director del departamento de Arquitectura de Patrimonio Nacional.

“Hemos instalado un sistema integral informatizado, que gestiona de manera global los procesos necesarios, desde las visitas de grupos a las entradas online, y todo ello a escala de todos los enclaves de Patrimonio Nacional”, explica el responsable del área de Informática Ernesto Abati, “De esta manera se racionalizan y contabilizan con precisión las funciones de seguridad, información, acceso de visitantes y taquillas”. De este modo, en las jornadas en que el Palacio Real permanezca parcial o plenamente cerrado al público por actos oficiales de representación —por primera vez las recepciones al Cuerpo Diplomático que se acredita ante el Rey serán matinales y vespertinas—, la informatización permitirá devolver, cancelar, adquirir o sustituir entradas, entre otras ventajas brindadas al público, agrega Abati. Hay un teléfono especifico, 902044454, para información, reservas y grupos, así como una página web www.patrimonionacional.es a disposición del publico.

Igualmente, se han mejorado las instalaciones de cafetería y cocina y se ha ampliado grandemente la librería y la tienda de objetos suntuarios de las que dispone el Centro de Recepción de Visitantes recién inaugurado.

Como reza un nuevo sistema de hitos informativos de diseño, ideado por Luis de Prada y Maria Teresa Domínguez, autores de la reforma, el precio de la entrada normal es de 10 euros, y 5 el de la reducida para mayores y estudiantes de hasta 25 años procedentes de la Unión Europea y de los países iberoamericanos. Será gratuito el acceso para desempleados, discapacitados, profesores, familias numerosas y menores de cinco años. De lunes a jueves, entre las 16.00 y las 18.00 horas, el acceso general será gratuito. El horario de invierno abarca desde las 10 de la mañana hasta las 18.00 de la tarde, si bien se estudia junto a los sindicatos, adelantarlo a las 9 de la mañana. Un gran panel, que va a ser escrito en todas las lenguas del Estado y en las principales del mundo, despide a los visitantes: “Muchas gracias por su visita. Esperamos volver a verle”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_