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El incendio de Riotinto lastra tras 10 años el desarrollo de la cuenca minera

El fuego afectó a 34.291 hectáreas de monte de Sevilla y Huelva en 2004

Una mujer observa los montes de Berrocal y Riotinto afectados por el incendio.
Una mujer observa los montes de Berrocal y Riotinto afectados por el incendio.P. PUENTES

La tarde del 27 de julio de 2004 el calor caía con aplomo en Berrocal (Huelva). Nadie podía imaginar entonces que una lengua de fuego iba a tragarse un paisaje idílico de encinas y alcornoques. Las llamas, originadas en Riotinto, devoraron todo lo que encontraron en su camino hasta calcinar 27.839 hectáreas de 13 municipios de Huelva y Sevilla. El fuego, provocado aunque sin autor condenado, sorprendió a un matrimonio sevillano que falleció mientras intentaba huir del drama. Las llamas calcinaron animales, vegetación y enseres hasta afectar una superficie de 34.291 hectáreas de monte público y privado en el mayor incendio en Andalucía de los últimos 25 años. Solo se salvaron 6.452 hectáreas de monte público que quedaron como islas verdes dentro de un panorama desolador.

Hoy se conmemora el décimo aniversario de la tragedia que asestó un golpe mortal a la naturaleza y al desarrollo económico de los pueblos afectados. A las dos semanas del fuego, la zona se declaró de emergencia y las Administraciones prometieron inversiones para recuperar el verde y que la actividad económica floreciera en paralelo. Entre la Junta y el Ministerio de Medio Ambiente se invirtieron 78 millones para eliminar los árboles quemados, actuaciones de corrección hidrológica en fincas y evitar que la ceniza del fuego afectase a los dos pantanos que abastecen Huelva, entre otras medidas. Sin embargo, hoy el olvido es la sensación que prima entre los vecinos de la zona.

El portavoz de la plataforma Fuegos Nunca Más creada tras el incendio, Juan Romero, censura: “En Berrocal se firmaron convenios para restaurar los montes por 15 años y al cuarto año se esfumaron”. Romero explica que la promesa para traer al pueblo corcho de los montes públicos se abandonó al segundo año, mientras que de los acuerdos con la empresa Ence para permutas de eucalipto por monte público, “no se ha vuelto a saber nada”. La Junta admite que las negociaciones siguen abiertas.

Incendio provocado

  • El incendio de 2004 en Riotinto (Huelva) afectó a 34.291 hectáreas, 27.839 de ellas calcinadas en monte público y privado.
  • El fuego afectó a 13 pueblos de Huelva y Sevilla. Berrocal, Aznalcóllar y El Madroño acapararon el 80% del área.
  • La investigación señaló que el fuego fue provocado, pero el único acusado fue absuelto por falta de pruebas.
  • Las tareas de extinción costaron 1,9 millones y las Administraciones invirtieron 70 millones para repoblar la zona, pero deben pasar 80 años para que las encinas y los alcornoques se recuperen.

En Berrocal hay dos claros ejemplos de que la diversificación económica proyectada sigue hoy empantanada: el centro de interpretación del río Tinto que construyó el Ministerio de Medio Ambiente sigue cerrado, al igual que la residencia de ancianos que edificó la Junta.

El alcalde, Juan Jesús Bermejo (PSOE), explica que el centro de interpretación, que costó un millón de euros, ha sufrido retrasos porque el Ayuntamiento planteó cambios en el proyecto. Esas modificaciones fueron rechazadas por el interventor, que no realizó el pago a la empresa Tragsa y ésta a su vez no culminó las obras. El proyecto estuvo tres años varado. En ese tiempo, se perdió una ayuda para el proyecto de musealización. Finalmente, el pasado año el Gobierno central pagó lo que debía y el edificio ya está terminado. “Pero cuando nos sentamos para ponerlo en marcha hemos visto que la documentación no está completa”, asegura el alcalde, por lo que aún no se ha hecho entrega al Ayuntamiento.

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El regidor confía en solucionar el prolongado retraso en un mes. “El centro de mayores está culminado pero los recortes en la ley de Dependencia hacen que no podamos ponerlo en marcha por falta de convocatoria de plazas”, agrega. Bermejo valora las actuaciones de las Administraciones en este tiempo aunque reconoce que “todo no ha salido como se esperaba”.

Romero es más crítico y denuncia que en Berrocal no es visible el fruto de las acciones compensatorias tras haber sufrido una catástrofe ambiental de esta dimensión, por lo que reclama el “espíritu reivindicativo”.

Por el contrario, el Gobierno andaluz contemplaba para la zona afectada un plan de futuro que sí se han traducido en ayudas para la formación, obras civiles como carreteras e infraestructuras hidráulicas como el establecimiento de riego agrícola en algunas zonas afectadas.

Hoy la economía local de Berrocal lucha por salir adelante. Las pérdidas anuales en la producción de corcho se cifraron en 600.000 kilos por año y, de las 12.000 hectáreas del término municipal, se quemaron unas 6.000, de las cuales 2.200 eran de alcornocal. La cooperativa San José de Berrocal, que facturaba 4,8 millones entre 1996 y 2004, ha pasado a facturar 2,1 millones entre 2005 y 2013. Unas cifras que pone contra las cuerdas el futuro de la empresa según su presidente, Juan Ramón García.

Mientras, el único imputado por el incendio, Emilio Perdigón Panduro, vecino de Riotinto, fue absuelto por falta de pruebas tras el juicio celebrado en 2010 en la Audiencia Provincial de Huelva. La sentencia subrayó las “sospechas” de su autoría, pero no “plena certidumbre”.

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