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La Puerta del Sol recibe a los mineros al grito de “campeones”

Los participantes de la ‘marcha negra’ desbordados ante el multitudinario recibimiento en la capital Diversos colectivos, como los bomberos o los funcionarios, se suman a su ejemplo de “lucha obrera”

Los mineros cantan durante su recorrido nocturno por la capital.
Los mineros cantan durante su recorrido nocturno por la capital.E. M. (AP)

“No esperaba algo así, hemos sido como la Selección [Española de Fútbol], pero sin tirar ninguna copa”, bromea Faustino Balaguer, uno de los participantes en la marcha negra, al abandonar Sol esta noche. Miles de simpatizantes han recibido a los mineros en el centro de la capital y los han aclamado en la Puerta del Sol al grito de “campeones” y “esta sí que es nuestra selección”, inspirados en la reciente victoria de España en la Eurocopa. Los participantes se han mostrado desbordados por estas muestras de apoyo y han llamado a culminar la protesta en la manifestación de mañana hasta el Ministerio de Industria. “Soria, no te va a quedar más remedio que escucharnos”, ha advertido al ministro uno de los representantes de la protesta en su comunicado final. A las 11 están citados de nuevo en la plaza de Colón.

Las luces de los cascos mineros han iluminado el emblemático kilómetro 0 de Madrid en torno cerca de las 2.00, entre aplausos y gritos de bienvenida. Detrás quedan cientos de kilómetros desde que iniciaron su marcha el pasado 22 de junio. En esta penúltima etapa, han agradecido todo el apoyo recibido durante el viaje, desde la acogida en los pueblos hasta la multitudinaria recepción de la capital. “Gracias por las colaboraciones, los donativos, el trabajo logístico, el equipo médico, los Bomberos de Madrid [que hoy han colaborado, de forma altruista, en el recorrido por la capital, abriendo paso a la cabecera] y todos vosotros”, ha proclamado uno de los bomberos en su alegato final en Sol.

Tras casi cuatro horas de marcha por la capital, los mineros han finalizado su protesta nocturna con un breve acto. A su salida de la plaza, a paso rápido camino de las instalaciones de la Complutense donde van a pasar la noche, muchos no podían disimular la emoción. “Esperábamos gente, porque sabíamos que tenemos repercusión, pero no tanta”, comenta emocionado Faustino, que viene de Andorra (Teruel). Otro compañero del Pozo Santiago, de Asturias, David Vázquez, de 31 años, se queja de que no se les ha hecho caso hasta que no han llegado a la capital, pero se queda con lo bueno, con el apoyo de la gente por el camino y en su llegada a Madrid.

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A él, como a otros miembros de la marcha, aún les queda solidaridad para intentar colaborar también con una guitarrista que los despide a su paso por la calle Preciados. “No les he querido coger dinero porque, aunque trabajo en esto, me he sentido oportunista y por una vez he querido tocar porque sí”, comenta Esther, la aludida. Muchos les paran para hacerse fotos con ellos. Entre halagados y abrumados ante tanta expectación, recuerdan que solo están aquí para reclamar lo que les pertenece: “Las ayudas que el Gobierno ha comprometido”.

Pero su lucha se ha convertido en un ejemplo para otros muchos colectivos que les han acompañado hoy. Además de los bomberos, funcionarios, sanitarios, profesores y miembros del 15-M. “Sois el orgullo de la lucha obrera”, ha sido uno de los lemas más repetidos. Además, a sus tradicionales “aquí están, estos son, los que sacan el carbón” o “si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra”, hoy se han sumado otros habituales en las protestas de los indignados, como “sí se puede” o “que sí nos representan”.

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Desde su entrada en la ciudad por Moncloa, a donde se han desplazado caminando hoy desde el barrio de Aravaca, tras pernoctar allí una parte de ellos, los participantes en la marcha negra han ido rodeados de un cordón de seguridad, que con dificultades lograba abrirse paso. Durante todo el recorrido, el seguimiento ha sido multitudinario. Con el aliento recibido hoy, mantienen su esperanza. “Si estamos en la lucha, es porque la tenemos”, concluye David Vázquez, decidido a desplegarla de nuevo en la manifestación de la mañana. Y, como muchos compañeros no paran de insistir, “cuanto haga falta”.

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