Un tercio del CO2 de los ricos se genera en otro país
Cada europeo es responsable de cuatro toneladas emitidas en China
Al producir bienes de consumo se genera CO2. Pero mientras que se conoce el volumen del tráfico internacional de mercancías, se ha prestado muy poca atención a las emisiones asociadas a los productos que se comercian. Ahora, dos científicos de EE UU han hecho un estudio cruzando datos de distribución mundial de emisiones con los de comercio por sectores y muestran que los países ricos externalizan más de un tercio del CO2 generado al producir los bienes y servicios que consumen sus ciudadanos. China es el principal receptor.
Con datos de varios países de Europa occidental, cada ciudadano, como media, consume bienes que generan hasta cuatro toneladas de CO2 en algún otro lugar del mundo; en EE UU, el balance de la emisión per cápita fuera de sus fronteras es de 2,5 toneladas, dado que es un gran importador, pero también exportador de mercancías asociadas a contaminación. En Suiza, el CO2 generado en la producción de los bienes que consume y que se emite fuera de sus fronteras es superior al emitido dentro de las mismas.
Steven Davis y Ken Caldeira, del Institution Carnegie de Washington, abarcan en su investigación 113 países y 57 sectores industriales (con datos completos para 2004), y dan a conocer sus resultados pormenorizados en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU. Ellos recuerdan que si en la década de los noventa las emisiones globales crecieron un 1% anual, el ritmo de aumento entre 2000 y 2008 fue del 3,5% por año, aunque ha debido caer últimamente debido a la crisis económica.
"Al sistema climático no le importa dónde se produce el CO2", recuerda Davis. "Igual que la electricidad que uno gasta en casa puede estar provocando emisiones en una planta de carbón en algún otro lugar, hemos visto que los productos importados por los países desarrollados de Europa Occidental, Japón y EE UU causan sustanciales emisiones en otros países".
Aproximadamente 6,2 gigatoneladas del total del CO2 mundial emitido por el uso de combustibles fósiles se debe a la producción de bienes que se consumen en otro país, indica el estudio. En China se emiten 1,4 gigatoneladas de CO2 (casi una cuarta parte de su total nacional) al producir bienes que salen de sus fronteras (piezas, maquinaria, electrónica, textiles, productos químicos y plásticos). Esas mercancías van a parar a EE UU, Japón y Europa Occidental.
Las exportaciones de mercancías producidas con alta inversión energética corresponden a economías emergentes (como China e India), además de Rusia; Europa Occidental y Japón se caracterizan por la baja intensidad energética de sus productos. También en EE UU es muy inferior dicha intensidad en comparación con los países emergentes, pero superior a la europea.
Con este panorama de externalización de la contaminación, la reducción notable de las emisiones registrada en regiones desarrolladas puede estar enmascarando las emisiones reales debidas a su consumo, que se contabilizan lejos de casa.
"La separación geográfica de la producción y el consumo complica la pregunta fundamental acerca de quién es responsable de las emisiones y cómo hay que repartir la carga del recorte de las mismas", afirman Davis y Caldeira en su artículo. La prosperidad de los países ricos se basa, no sólo en dos siglos (desde la industrialización) de emisiones por el uso de combustibles fósiles, sino también, ahora, en las emisiones originadas en los países en desarrollo, subrayan estos científicos. Davis puntualiza, en un comunicado de la Institución Carnegie, que los datos de este trabajo pueden ser tomados en cuenta a la hora de abordar los acuerdos internacionales para controlar las emisiones causantes del cambio climático, aunque "eso es una decisión que corresponde a los políticos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.