Una capa negra en el río Francolí causa la alarma por un posible vertido
Una entidad ecologista denuncia una fuga de crudo pero la Generalitat determina que la sustancia es lodo
Un vertido pero solo de lodo y causado de forma natural por el efecto de una fuerte bajada de la marea. Es la respuesta de la Generalitat a la alerta lanzada hoy por una entidad ecologista, que ha denunciado una posible fuga de hidrocarburo en la desembocadura del Francolí (Tarragona) tras detectar una densa capa negra que cubría al agua, la roca y la vegetación del tramo final del río. Los ecologistas han presentado la correspondiente denuncia ante la Generalitat, el Ayuntamiento y elpuertode Tarragona yla Guardia Civil al considerar que podría tratarse de un vertido de "extrema gravedad", pero técnicos de la Generalitat han descartado que la sustancia negruzca sea crudo.
"Se trata de lodo natural, barro de origen natural y propio del ecosistema de la zona", ha señalado el puerto de Tarragona en un comunicado. "En ningún caso se trata de un vertido de crudo de origen desconocido, como apuntaba la entidad ecologista", prosigue la nota. La entidad ecologista Mediterrània ha denunciado por la mañana que un posible vertido de hidrocarburo había ennegrecido el tramo final del río y matado a peces. Los técnicos del Gobierno catalán, sin embargo, han descartado esa posibilidad.
Punto negro en vertidos
La alarma de la entidad ecologista responde a que el muelle de Tarragona, ciudad que acoge el mayor polo petroquímico de España y del sur de Europa, es una zona habitual de vertidos. Las compañías que operan en el polígono han provocado una veintena de fugas de hidrocarburos graves en la última década. En el peor de los casos, los episodios de contaminación se han saldado con una multa administrativa de 90.000 euros mientras que el Juzgado de Tarragona mantiene abiertas tres causas penales por posible delito medioambiental. A principios de este año, Repsol tres vertidos en tres meses, lo que provocó la irritación de los alcaldes y habitantes de la zona por el temor a que las fugas de crudo repercutieran negativamente en el turismo.
La compañía prometió acelerar la inversión de 130 millones para mejorar la seguridad de las infraestructuras pero las entidades ecologistas reclaman que el Gobierno paralice las nuevas prospecciones de Repsol en la zona. La empresa prevé explotar dos nuevos pozos ante el delta del Ebro. Las tareas de prospección de esos yacimientos ya provocaron dos vertidos en verano de 2009 que la empresa no notificó y por los que hay imputados dos directivos de la petrolera por un posible delito contra el medio ambiente.
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