El PP se desvincula de la marcha de los grupos antiabortistas

El asunto de la reforma de la ley del aborto es cada día más incómodo para el PP. Desde que el PSOE comenzó a plantearlo, el pasado verano, los populares han intentado por todos los medios ponerse de perfil para evitar las contradicciones internas que hay en el partido sobre este asunto. Pero, poco a poco, el tiempo les ha obligado a mojarse. Y ahora llega la fase de la movilización en la calle, y los populares quieren evitar que se les vea junto a los grupos antiabortistas más extremos, con sus pancartas de fetos descuartizados.

Por eso, la cúpula del PP, que ha decidido oponerse con claridad a la ley de plazos, también opta por desvincularse de la manifestación convocada este domingo en Madrid por los grupos Hazteoír, Derecho a la Vida, Provida y Médicos por la Vida.

En 2005 Rajoy envió a Zaplana a protestar contra el matrimonio gay

Al contrario de lo que sucedió en 2005, en la gran manifestación contra el matrimonio homosexual organizada por el Foro de la Familia, a la que acudieron tanto el secretario general, Ángel Acebes, como el portavoz, Eduardo Zaplana -porque Mariano Rajoy se lo pidió expresamente, según fuentes de la dirección-, esta vez no estarán allí las caras más conocidas del PP. Soraya Sáenz de Santamaría, la sustituta de Zaplana como portavoz, confirmó ayer que ella no acudirá. Dice que tiene "compromisos previos", pero sobre todo se excusó con un argumento político: ella cree que el mejor sitio para defender la posición del PP, contraria a la ley de plazos, es el Congreso y no la calle.

Sáenz de Santamaría -que prometió su cargo, y no lo juró como la mayoría de los diputados del PP- se desvinculó de la marcha, pero mostró su "respeto" a los antiabortistas, que se han convertido en un grupo de presión fuerte en el PP -tanto que los populares se vieron obligados a llevar a sus representantes más radicales a la comisión parlamentaria del aborto-.

Aunque oficialmente no se quiere confirmar, fuentes de la dirección apuntan a que Mariano Rajoy no acudirá a la marcha. Tampoco lo tiene en agenda María Dolores de Cospedal, la secretaria general, católica pero alejada de las posiciones más extremas de la Iglesia con su decisión personal de ser madre soltera por fecundación in vitro. Cospedal tiene actos de campaña este fin de semana.

A la manifestación sí acudirán, "a título personal", según fuentes de la dirección, algunos parlamentarios más cercanos a las posiciones de la Iglesia. De hecho, el jueves y el viernes se ha convocado en Madrid el II Encuentro Mundial de Parlamentarios y Gobernantes por la Familia y la Vida, que organiza Ángel Pintado, diputado del PP.

En el grupo popular conviven miembros reconocidos del Opus Dei, como Federico Trillo o Vicente Martínez Pujalte, con algunas personas claramente más progresistas en cuestiones morales, como Celia Villalobos, que rompió la disciplina de voto para apoyar el matrimonio homosexual, al que el PP también se opuso. De hecho, hay diputados que en privado se muestran favorables a una ley de plazos, que es lo que existe en casi toda Europa, incluida la muy católica Italia.

Esta difícil convivencia, que lleva siempre a intensos debates en todos los congresos internos en los que salen derrotados los que están a favor del matrimonio homosexual, por ejemplo, genera constantes tensiones. Y la única manera de resolverlas es no tocar este asunto. Por eso el PP no tocó la ley del aborto de 1985 en los ocho años que gobernó, y por eso, si Rajoy ganara, según su entorno, no tocaría la ley del matrimonio homosexual, a pesar de que la han recurrido ante el Tribunal Constitucional precisamente por la presión de los grupos católicos.