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Olas en Orión

Las ondulaciones detectadas en la superficie de la nebulosa proceden de los vientos estelares

Nuevas observaciones de la constelación de Orión han revelado la presencia de ondulaciones en la superficie de su nube molecular. Los resultados del estudio sugieren que el origen de estas ondas, similares a las de la superficie del mar, se halla en los vientos estelares producidos por las estrellas masivas jóvenes de Orión. El trabajo de científicos del CSIC y del observatorio de Leiden de aparece publicado en el último número de Nature.

Las estrellas masivas jóvenes emiten una intensa radiación que interactúa con la nube de gas y polvo en la que se han formado. Aunque los científicos sospechaban desde hace tiempo que el enorme flujo de fotones ultravioletas generado por estas estrellas tenía un gran impacto sobre la evolución química de la nube de gas, hasta ahora no existían evidencias precisas de la presencia de ningún tipo de onda causada por los vientos estelares.

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"La similitud entre las estructuras observadas en las nubes de la Tierra y las de la nebulosa de Orión es impresionante. Las condiciones físicas entre ambos tipos de objetos son muy diferentes, pero los mecanismos que generan dichas inestabilidades son idénticos: dos fluidos con diferentes densidades y velocidades que interaccionan produciendo estructuras periódicas en la zona de interfase", señala José Cernicharo, que ha participado en el trabajo junto a Olivier Berné y Nuria Marcelino.

Los datos sobre emisiones de monóxido de carbono obtenidos por el radiotelescopio de 30 metros de diámetro del Instituto de Radioastronomía Milimétrica en Sierra Nevada, en Granada, se han combinado con imágenes de archivo en infrarrojo para obtener los detalles de las estructuras. En ellas se puede ver que las ondulaciones periódicas producen una fragmentación de la nube en al menos cinco condensaciones más pequeñas y equidistantes.

Imagen infrarroja de la Nebulosa de Orión (arriba), y una ampliación de la zona estudiada donde se observan las ondulaciones periódicas que producen una fragmentación de la nube en al menos cinco condensaciones más pequeñas y equidistantes (en azul).
Imagen infrarroja de la Nebulosa de Orión (arriba), y una ampliación de la zona estudiada donde se observan las ondulaciones periódicas que producen una fragmentación de la nube en al menos cinco condensaciones más pequeñas y equidistantes (en azul).NATURE

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