Mata a su esposa dos días antes del juicio de separación

Dos días antes de que se celebrara el juicio por su separación, un hombre, Vicente S. M., de 57 años, mató a cuchilladas a su esposa, Marilyn Wilson, de 52 años. Ocurrió a primera hora de la mañana de ayer en Fuente el Saz del Jarama (Madrid). La mujer ya había denunciado el pasado verano los malos tratos y un juzgado dictó una orden de alejamiento para su marido. El hombre la había incumplido en dos ocasiones, según fuentes judiciales.

Los hechos ocurrieron poco antes de las ocho de la mañana, cuando la mujer regresaba a su domicilio. Como en las últimas fechas, había pasado la noche en casa de su hija, ante el temor de que acudiera su ex pareja y la agrediera. Las dos viviendas están a muy poca distancia. Según las primeras investigaciones, el atacante se había ocultado en el lateral de la vivienda, junto a unos setos. También había hecho un agujero en la valla para intentar colarse en el chalé.

Marilyn, que es la decimocuarta víctima mortal de la violencia machista en lo que va de año, fue atacada en el momento en que iba a abrir la puerta de la valla. Se inició una discusión y un forcejeo entre ambos, en el que la mujer intentó zafarse de su agresor, pero este sacó un arma blanca (supuestamente un cuchillo) y le asestó al menos tres puñaladas. Una le alcanzó el hemitórax izquierdo y las otras dos el abdomen, según un portavoz de Emergencias 112. La víctima murió en el servicio de reanimación a consecuencia de las graves lesiones que presentaba.

Órdenes quebrantadas

Mientras, el atacante huyó campo a través por los sembrados que hay detrás del chalé, pero fue atrapado unas horas después, sobre las 14.20, cuando seguramente se disponía a entregarse a la Guardia Civil.

Tras la denuncia del pasado verano, y la posterior orden de alejamiento, Vicente S. M. fue condenado en noviembre por amenazas. Tres meses después, el pasado 25 de enero, el supuesto autor del crimen quebrantó la orden de alejamiento al intentar ponerse en contacto telefónico con Marilyn.

La mujer lo denunció y el hombre fue condenado a ocho meses de prisión, pero fue suspendida por un periodo de dos años a petición de la defensa y sin la oposición del fiscal, según fuentes judiciales. La orden de alejamiento seguía vigente. Algunos vecinos explicaron que el matrimonio había llegado a la localidad hacía unos 25 años. El hombre trabajó como camarero en un complejo de celebración de bodas.