Cuenta atrás para el aterrizaje de la sonda 'Phoenix' en Marte
La Nasa ultima la llegada de la sonda prevista para el próximo domingo
Tras un viaje de nueve meses, la sonda estadounidense Phoenix se posará en Marte el domingo para buscar hielo en los polos del planeta rojo e indicios químicos de una potencial forma de vida primitiva. La Phoenix, que fue lanzada el 4 de agosto de 2007, será la primera nave que se pose en el ártico marciano para una misión de tres meses.
Tras recorrer 679 millones de kilómetros, la sonda entrará en la alta atmósfera de Marte el 25 de mayo hacia las 01.31 (hora peninsular española), a una velocidad de 21.000 kilómetros por hora, para iniciar un descenso peligroso antes de aterrizar suavemente siete minutos después, según ha informado la Nasa. En el recuerdo aún persiste el fiasco de la Mars Polar Lander, que en 1999 terminó estrellándose contra la superficie marciana por un fallo técnico por lo que los responsables de la misión califican este acercamiento final como "siete minutos de terror".
Misiones fallidas
Desde el comienzo de la exploración de Marte en los años 70, el 55% de las sondas enviadas al planeta no lograron posarse en él. Al igual que sus predecesores, la Phoenix usará un escudo térmico para frenar la velocidad de entrada en la atmósfera marciana, y desplegará a continuación un paracaídas supersónico para disminuir su velocidad. A continuación la sonda encenderá cohetes retropropulsores que le permitirán posarse con suavidad sobre sus tres pies, en la región de Vastitas Borealis, llano circumpolar que correspondería en latitud, en la Tierra, al norte de Canadá.
Un minuto después de que confirme su llegada, Phoenix permanecerá en silencio radial para ahorrar baterías, el tiempo de desplegar sus dos antenas solares unos 20 minutos después, tras dejar reposar el polvo para evitar que manche los paneles solares.La primera imagen de Phoenix, la de las antenas solares deplegadas, debe llegar a la Tierra dos horas más tarde.
En diciembre de 1999, el ambicioso proyecto de la Mars Polar Lander se convirtió en desastre cuando perdió el control a gran altitud y se estrelló sin remedio. Nueve años después, la nave automática Phoenix rescata de las cenizas las aspiraciones espaciales al respecto y, tras investigar los fallos de la anterior misión, en principio existen más garantías de éxito, según ha explicado el número dos del proyecto actual, David Spencer.
Ahora, la Phoenix cuenta con mayores garantías en este aspecto y en otros muchos, como en el sistema eléctrico, lo que ha permitido un "viaje muy seguro y tranquilo" desde la Tierra hasta Marte. "Hemos hecho todo lo que podíamos hacer para asegurar que el sistema es lo más robusto posible, ha afirmado Spencer, si bien reconoce que "no hay garantías" para un aterrizaje complicado que puede dar al traste con años de tiempo y dinero.
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