Burbujas en la estrella gigante Betelgeuse
Los astrónomos logran las imágenes de más resolución obtenidas del astro de la constelación de Orión
Betelgeuse es una estrella tan grande que si estuviera en el centro de nuestro Sistema Solar, abarcaría hasta la órbita de Júpiter. Es una de las estrellas más grandes conocidas (unas mil veces mayor que el Sol y entre 15 y 20 veces más masiva) y una de las más luminosas (emite la luz de 100.000 soles). Es una gigante roja, un astro que, pese a que sólo tiene unos pocos millones de años (el sol tiene 4.500 millones), se aproxima al final de su existencia y explotará como una supernova. Está a unos 650 años luz de distancia de la tierra, en la constelación de Orión, y los astrónomos llevan años observándola. Ahora dos equipos científicos independientes han obtenido las imágenes de mayor resolución de esta supergigante Betelgeuse en las que se aprecia un colosal penacho de gas y una igualmente enorme burbuja hirviendo en su superficie.
Betelgeuse está encogiendo, según un estudio liderado por Charles Townes (Universidad de California en Berkeley) y dado a conocer hace un par de meses en la revista The Astrophysical Journal, el superastro se ha reducido en un 15% desde 1993 hasta ahora. ¿Por qué? Hay varias hipótesis: que sea una oscilación, que la explosión de supernova sea inminente o que la estrella este abombada y cambia su aspecto, vista desde aquí, a medida que rota.
Pierre Kervella (Observatorio de París) y sus colegas han utilizado una cámara avanzada del conjunto de grandes telescopios VLT (del Observatorio Europeo Austral, ESO, en Chile) y han aplicado una técnica denominada 'imagen afortunada' a las observaciones que han hecho con el instrumento de óptica adaptativa (NACO). Con esta técnica se seleccionan sólo las imágenes con mayor resolución y luego se combinan para sacar una foto única que tiene muchísimo más detalle que cualquier que se pueda obtener con exposición prolongada. La resolución que han obtenido es de 37 milisegundos de arco, lo que equivale más o menos a ver una pelota de tenis en la Estación Espacial Internacional (ISS) mirando desde la superficie terrestre, informa el ESO.
"Gracias a estas magníficas imágenes hemos detectado un gran penacho de gas que se extiende en el espacio desde la superficie de Betelgeuse", explica Kervella. El penacho se extiende hasta seis veces el tamaño del astro, por lo menos. "Es una clara indicación de que de que no toda la cubierta exterior de la estrella está emitiendo materia uniformemente en todas las direcciones". Esto podría explicarse mediante dos mecanismos posibles: uno, que esa pérdida de masa, el penacho, se está produciendo en las zonas polares de Betelgeuse debido a su rotación; la segunda explicación es que el penacho se genera sobre una masa de gas que se está moviendo dentro de la estrella debido a un fenómeno de convección.
Para dirimir el caso, había que lograr mayor resolución aún en las observaciones de Betelgeuse, explica el ESO, y había que ir más allá de la potencia de los telescopios VLT (los cuatro grandes tienen cada uno un diámetro de 8,2 metros). La solución era recurrir a la avanzada técnica de interferometría, que combina las observaciones realizadas con varios telescopios para obtener una única imagen. Kelichi Ohnaka (Instituto Max Planck de Radioastronomía, Alemania) y sus colegas han hecho interferometría con tres telescopios auxiliares (1,8 metros de diámetro cada uno) del complejo VLT y, con la cámara especial Amber, han obtenido una resolución equivalente a la que tendría un telescopio de 48 metros. Así han logrado ver -indirectamente- Betelgeuse con cuatro veces mayor detalle que la obtenida por Kervella y sus colegas. Esta vez es como distinguir una canica en la ISS desde la Tierra.
"Nuestras observaciones con Amber son las de mayos resolución jamás obtenidas de Betelgeuse", dice Ohnaka, quién afirma que tienen respuesta para la incógnita sobre el origen del penacho de gas: "Hemos detectado que el gas se está moviendo el diferentes áreas de la superficie de esa estrella, y es la primera vez que se descubre ese fenómeno en un astro diferente del Sol". El gas de la atmósfera de Betelgeuse se mueve vigorosamente arriba y abajo, y las burbujas son tan grandes como la misma estrella. Estos movimientos a gran escala de gas bajo la superficie del astro provocan el penacho de gas que se extiende en el espacio, concluyen los científicos, que presentan sus conclusiones en la revista Astronomy and Astrophysics.
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