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Crisis alimentaria

Bruselas activa los mecanismos para indemnizar a los agricultores

La Comisión Europea tiene métodos para compensar los desastres económicos causados por la alarma desatada en toda Europa por los pepinos presuntamente contaminados.- Las medidas pueden cubrir hasta el 5% de la producción anual de las cosechas siniestradas

La Comisión Europea dispone de mecanismos de indemnización para compensar los desastres económicos causados por la alarma desatada en toda Europa por los pepinos presuntamente contaminados, mecanismos que pueden cubrir hasta el 5% de la producción anual de las cosechas siniestradas. Como de esa cobertura sólo se pueden beneficiar los agricultores pertenecientes a organizaciones de productores, el Ejecutivo comunitario está también analizando vías de emergencia para socorrer a quienes trabajan como independientes, según el comisario de Agricultura, el rumano Dacian Ciolos.

En la reunión informal de ayer de ministros de Agricultura en Debrecen (Hungría) saltaron chispas, según fuentes diplomáticas, entre la delegación española presidida por la ministra Rosa Aguilar y la alemana, encabezada por el secretario de Estado Robert Kloos, quien pareció restar importancia a los millonarios perjuicios causado a España al declarar que "las caídas de ventas afectan a todos los productores de legumbres de Europa".

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Aguilar se mostró en público particularmente insatisfecha con la gestión de la crisis realizada por Alemania, a la que acusó de poner a España en el punto de mira sin pruebas. "Los alimentos españoles son especialmente seguros porque los controles de sanidad son más altos que los exigidos por Bruselas", subrayó la ministra, que devolvió la pelota Kloos y a la dudosa fiabilidad de los controles germanos al decir que "objetivamente se puede concluir que todas las personas contaminadas tienen en común haber estado en Alemania". También la representante finlandesa lanzó su puya a Berlín al comentar que los productos contaminados no deberían haber llegado al consumidor de haber sido suficientemente rigurosos los controles alemanes en la cadena alimentaria.

Tras reconocer la primacía de la seguridad sanitaria de los consumidores, el comisario Ciolos apuntó, aunque fuera ya a toro pasado, que "no hay que acusar a algunos Estados ni a algunos productores, que van a ser lo que paguen los platos rotos".

Para responder a esos destrozos los ministros pasaron revista a las medidas paliativas a mano, a partir de la promesa de Ciolos de que "la Comisión utilizará todos los recursos disponibles" por insuficientes, como se lamentó, que resulten. De hecho, Aguilar habló de "daños irreparables", no sólo por los directamente económicos sino por los costes de imagen.

El actual régimen comunitario de compensaciones abre dos vías de posible indemnización, según el agricultor esté o no asociados. En caso de productores socios de alguna organización "es posible retirar productos del mercado y cubrir parte de los costes relacionados con esa retirada", señala Ciolos. Sin entrar en detalles, fuentes de la Comisión apuntan que la indemnización no podrá superar el 5% de la producción de un año o el 15% de tres años. Las reclamaciones son estudiadas caso por caso por los responsables de la dirección general de agricultura comunitaria.

"Más problemático es ofrecer compensación a los agricultores no asociados", señala la misma fuente. Ciolos adelantó en Debrecen que había ordenado a sus servicios jurídicos explorar vías de resarcimiento "mediante el régimen de ayudas de Estado o mediante el apoyo comunitario para crisis graves", un cajón de sastre que ofrece distintas posibilidades.

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