Alemania ensaya una patata transgénica
Las pruebas reabren el debate sobre la regulación europea de este tipo de cultivos
Un mes después de prohibir el cultivo de maíz transgénico, el Ministerio de Agricultura alemán ha decidido aprobar los ensayos de una patata modificada genéticamente. El tubérculo, que produce un almidón más puro (un material del que se esperan muchas aplicaciones, como que se convierta en el sustituto del plástico en la fabricación de las bolsas de los supermercados), es un prototipo de la multinacional BASF.
Las pruebas se harán con estrictos controles: sólo se podrá plantar un único campo en Mecklemburgo-Pomerania Occidental de 20 hectáreas que será aislado y cercado. La decisión de la ministra, Ilse Aigner, ha reabierto el debate sobre la regulación europea de las plantas transgénicas. A pesar de las afirmaciones de los organismos científicos de la UE, como la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que no ven un peligro en su uso, las críticas de las organizaciones ecologistas y el rechazo de la población han hecho que se retrase la introducción de estas especies, con una excepción: el maíz Bt, que en España -primer productor europeo- ocupa más de 60.000 hectáreas. Este cereal está modificado para hacerlo resistente a una plaga (un insecto llamado comúnmente taladro por los destrozos que causa en las plantas).
Ni Aigner ni la Comisión Europea han declarado qué pasará si, después del periodo de ensayos, se considera que el cultivo es viable y seguro: si se permitirá su uso o se mantendrá el principio actual de no introducir estas plantas en territorio de la Unión.
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